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24 de noviembre de 2015

[Libros] La amiga estupenda – Elena Ferrante (2012)

No había oído hablar de este libro ni de su misteriosa escritora hasta que se me cruzó este artículo publicado en El País. Al parecer, esta italiana acababa de publicar el cuarto libro de una saga que estaba causando furor en todo el mundo, y que era alabada por escritores tan diferentes como Ken Follet o Juan Marsé. Fue este artículo, con su apasionada descripción de la tetralogía napolitana de la Ferrante, lo que me decidió desde el primer momento: tenía que leer este libro, ¡tenía una pinta estupenda!

Sinopsis:
Con “La amiga estupenda”, Elena Ferrante inaugura una trilogía* deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado y como protagonistas a Lenú y Lila, dos jóvenes mujeres que están aprendiendo a gobernar su vida en un entorno donde la astucia, antes que la inteligencia, es el ingrediente de todas las salsas. La relación a menudo tempestuosa entre Lila y Lenú tiene a su alrededor un coro de voces que dan cuerpo a su historia y nos muestran la realidad de un barrio pobre, habitado por gente humilde que acata sin más la ley del más fuerte, pero “La amiga estupenda” es mucho más que un trabajo de realismo social: lo que aquí tenemos son unos personajes de carne y hueso, que intrigan al lector y nos deslumbran por la fuerza y la urgencia de sus emociones. Por primera vez, Ferrante aborda una narración muy amplia, poniendo en escena un verdadero tableau vivant donde no hay espacio para el tópico: todo es vida y todo respira al hilo de la mejor literatura.

*Lo que inicialmente era una trilogía, ha terminado siendo en realidad una tetralogía; cuatro volúmenes conforman la totalidad de esta historia.

Opinión personal:
Nápoles, años 50. La Italia profunda de la postguerra. Un escenario que nos resulta cercano, porque recuerda muchísimo a la España de la misma época. Países que habían pasado una guerra, con buena parte de su sociedad hundida en la pobreza, y con unos caracteres muy similares. Historias que evocan imágenes de ropa tendida, niños harapientos jugando en las calles sin asfaltar, llamadas a gritos desde la ventana, comidas familiares en la cocina alrededor de una olla en medio de la mesa…

Estas imágenes familiares son las que se pasean por nuestra mente al leer “La amiga estupenda”. Una novela que evoca el cine del neorrealismo italiano, la Italia de “El ladrón de bicicletas”… Aunque desde un punto de vista mucho más personal.

Porque “La amiga estupenda” está escrito en primera persona por Lenú, diminutivo de Elena Grecco, la coprotagonista con Lila de esta novela de infancia y juventud. Lenú repasa su vida a lo largo de más o menos una década, desde que jugaba con muñecas en la calle hasta la boda de su amiga, a los 16 años. Un repaso a su vida que da lugar a una historia coral, en la que participan multitud de personajes, amigos y vecinos de Lila y Lenú. Y cómo no, de sus familias. Porque ya sabemos que en Italia, como en España, y especialmente en aquella época, una persona estaba indisolublemente ligada a su familia.

Lila y Lenú son dos niñas con algunos rasgos comunes y, al mismo tiempo, con grandes diferencias, pero que pronto se convierten en amigas inseparables, pero, ante todo, muy “reales”; porque en esa gran amistad también hay sitio para rivalidades, envidias o peleas, como en la vida misma. Juntas viven la evolución de la niñez a la adolescencia, viven las carencias de una vida humilde (palabra que se queda corta para describir la realidad de aquella época) y los sueños de un futuro mejor. A su alrededor, amigos y enemigos, gente buena y mala, amistades y rivalidades, sueños y decepciones. Una vida que se desarrolla en el barrio, del que nunca se sale; ir hacia la ciudad, hacia el centro de Nápoles, es más que una excursión, casi como toda una aventura. Y la mayoría, aunque vivan en una ciudad costera, nunca han visto el mar…

“La amiga estupenda” es, al mismo tiempo, una novela costumbrista y una novela intimista, con una gran intensidad psicológica en la descripción y evolución de sus personajes. Personajes que son multitud, lo que en ocasiones puede provocar algo de confusión en el lector, que ya no recuerda si Alfonso es primo de Marcello, o el hijo de los Sarratore, o el novio de Marisa, la hija de Melina la loca… Afortunadamente, un índice de personajes al principio del libro puede ayudar a situarse si el lío de nombres termina por confundirnos.

¿Y qué me ha parecido la novela? No es fácil decirlo. Supongo que, para empezar, ese artículo de El País me había generado una expectativas enormes, y debo reconocer que la experiencia no me ha parecido para tanto. Pero sí me ha parecido una novela interesante, que merece la pena ser leída, y de hecho, sé que voy a continuar con el segundo volumen de la tetralogía (aunque en esta decisión influye mucho cómo termina el primer libro, dejándote colgado en plena intensidad dramática…). Es una novela lenta, tranquila, de esas en las que “no pasa nada”… porque, en realidad, lo que pasa es la vida. Pero bien escrita, y con unos personajes bien perfilados con los que es fácil empatizar. Una novela agradable y bien escrita, ¿qué más se puede pedir? Además es cortita… aunque eso tiene trampa, porque queda inconclusa, y mucho me temo que uno termine leyéndose los cuatro volúmenes a poco que le interese la historia. Así que más que novela cortita, me temo que en realidad es simplemente la primera parte de un novelón de más de mil páginas. ¿Qué nos deparará el resto…? Porque algo me dice que este primer volumen sólo ha sido una introducción...

La autora:
Es prácticamente imposible hablar de un libro de Elena Ferrante sin hacer referencia a su autora. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque ha conseguido rodearse de un hálito de misterio que, probablemente, favorece tanto su intimidad (el fin supuestamente buscado) como sus ventas.

Y es que Elena Ferrante no existe: es un pseudónimo de una autora (o incluso autor) desconocido, que no concede entrevistas, al que nadie conoce más allá de su editor, comprometido también en mantener este anonimato. Una autora de éxito internacional y bien reconocida por la crítica que ha publicado ya diez novelas de las cuales dos han sido llevadas al cine.

Evidentemente no sé quién es Elena Ferrante, pero cuando leía “La amiga estupenda” no podía evitar preguntarme cuánto de la propia autora habrá en esta historia. Supongo que ayuda a plantearse esto el hecho de que esté escrito en primera persona, o que haya tanta profundidad en los personajes, pero también hay detalles sospechosos: por ejemplo, que tanto a Lenú como a Lila les guste escribir, y sueñen con ganar dinero escribiendo novelas. O que Lenú sea diminutivo de Elena… el mismo pseudónimo usado por la autora para firmar sus obras… Quién sabe…

10 de noviembre de 2015

[Libros] La mujer del viajero en el tiempo – Audrey Niffenegger (2003)

Sinopsis:
Un hombre tiene la capacidad de viajar en el tiempo y revisita su historia de amor... Clare y Henry forman una pareja aparentemente normal, se quieren e intentan ser felices. Sin embargo, Henry padece una extraña enfermedad que le impulsa a viajar en el tiempo, que le permitió conocer a Clare cuando aún era un niña y que lo condena a enfrentarse a su incierto, y acaso trágico, futuro.
Una narración tremendamente original y entrañable sobre el paso del tiempo y la perdurabilidad del amor que sin duda fascinará desde la primera página.

Crítica: Una bonita y original historia de pareja
Para mí este libro es ante todo eso: una historia de pareja. Lo de los viajes en el tiempo aporta color y originalidad a esa relación, pero la relación es lo importante. No es necesariamente una historia de amor... es una historia de la vida de una pareja y su desarrollo con los años (aquí con un toque especial en esa parte), con sus amores, sus rutinas, sus hechos cotidianos... y lo excepcional de la "enfermedad" de él.

El libro está agradablemente escrito, y la historia le aporta originalidad. Creo que es mejor no dar muchos datos, pero, por ejemplo, el protagonista masculino conoce a su futura esposa cuando él es adulto y ella una adolescente, durante un viaje de él al pasado (unos años atrás). Acabarán enamorándose, cada uno procedente de diferentes épocas. Pero él tiene una “vida real”, en un tiempo “real”, siendo sus “escapadas en el tiempo” episodios esporádicos y breves. Esto hace que ellos dos puedan llegar a conocerse y convivir en la época “real”. Pero, curiosamente, en esa vida real ella lo conoce a él antes de que él pueda conocerla a ella: cuando la visita el personaje “del futuro”, el contemporáneo vive su propia vida, de joven, ajeno a ella. Cuando se conozcan en el tiempo “real”, para él será como conocer a una chica por primera vez, mientras que ella ya sabe quién es y sabe que está enamorada de él… y que él se enamorará de ella, aunque no sabe bien cómo conseguirlo…

Pero no vayáis a pensar, diciendo esto, que se trata de una novela romántica o una novela de amor. Sí, la relación de pareja, afectada por el trastorno de él (con todo lo que eso conlleva, en muchos sentidos), es el centro del relato; pero no es ni mucho menos lo que se podría calificar como novela romántica. Es una historia en el fondo bastante cotidiana, pero con toda la problemática que le aporta la “enfermedad” de él, la cual da mucho juego.

Con el paso del tiempo, y aderezado con multitud de anécdotas consecuencia de los viajes en el tiempo, ellos se enamorarán, se casarán, tendrán sus crisis de pareja… y también momentos trágicos.

La historia es amena, entretenida, divertida y entrañable. La verdad es que me ha sorprendido y me ha gustado mucho. No es ni una historia trepidante, ni un melodrama: es una historia bastante “realista” y cotidiana, dentro de lo que cabe dado el argumento, aliñado con la originalidad que le aporta esa extraña situación. Creo que puede gustar a casi todo el mundo. Desde luego, a mí me ha gustado mucho.

6 de septiembre de 2015

[Libros] El atentado – Yasmina Khadra (2005)

Sinopsis:
Tel Aviv, hora punta. Un ataque suicida provoca una masacre en un restaurante atestado de personas. El doctor Amín Jaafari, israelí de origen palestino, atiende en el hospital a los supervivientes cuando recibe la noticia de que, entre los muertos, se encuentra su mujer, y que todo apunta a que se trata de la causante del atentado. En busca de una explicación a lo sucedido y convertido de repente en traidor para muchos con quienes compartía el mundo aparentemente a salvo en el que vivía, el protagonista tratará de penetrar en el complejo entramado del terrorismo islámico.

Opinión personal: Magnífica y dura reflexión sobre el terrorismo árabe
Amin Jaafari es un reconocido cirujano en un hospital de Tel Aviv. Se trata de un caso raro: un palestino que ha alcanzado una posición elevada dentro de la sociedad judía. Jaafari vive una vida acomodada y se codea con la alta sociedad israelita. Él y su mujer son personas cultas y bien situadas, que viven una vida feliz.

Un día, un ataque suicida en el centro de la ciudad mata a decenas de personas. El suicida resulta ser la mujer de Jaafari.

¿Cómo ha podido suceder esto? ¿Qué lleva a una mujer culta y acomodada, ajena a cualquier extremismo religioso, a inmolarse en nombre de… quién sabe qué, matando a hombres, mujeres y niños inocentes al mismo tiempo?

Guiados por la hábil pluma de Yasmina Khadra (pseudónimo del escritor argelino Mohammed Moulessehoul), los lectores intentaremos encontrar la respuesta a esta pregunta al mismo tiempo que lo hace el protagonista, incapaz de entender qué ha podido ocurrir en la mente de su mujer para hacer algo que se le antoja absolutamente inimaginable.

Jaafari pasará del shock por la muerte de su esposa a la negación (“es falso, no ha sido ella, es un error”), después a la incertidumbre y los sentimientos de culpabilidad (“¿cómo es posible? ¿qué ha ocurrido? ¿cómo no me di cuenta?”) y por último a la ira y al odio (“¿quién le ha lavado el cerebro? ¿quién es el culpable?”). El autor nos consigue meter dentro del protagonista, y sufrimos con él y nos hacemos las mismas preguntas. En este sentido el libro es brutal, sobrecogedor, porque llegamos a sentir la angustia de quien no sólo acaba de perder a su ser más querido, sino que, tras asumir este impacto, debe asumir también que al mismo tiempo ese ser querido ha cometido una de las atrocidades más abominables.

Jaafari se ve impulsado a encontrar una respuesta, y se pondrá a buscarla. Indagando en los últimos movimientos de su esposa, llega a contactar con una célula del terrorismo palestino, entrevistándose con uno de sus dirigentes, en busca de respuestas.

El atentado es una novela corta, impactante, estremecedora y de las que hacen reflexionar. Su autor combina la escritura ágil y amena del estilo bestseller con un fondo tremendamente profundo, lo que convierte a sus novelas en libros fáciles de leer pero de los que te involucran y te obligan a pensar.

En El atentado no encontraremos las respuestas al porqué del terrorismo, ni mucho menos una justificación que nunca puede tener… pero sí nos asomaremos al otro lado, y podremos al menos vislumbrar (aunque probablemente no entender) las motivaciones que mueven a estos grupos. Khadra nos presenta todo esto desde la neutralidad… y al mismo tiempo desde el pesimismo de una visión del conflicto que no vislumbra ninguna salida a corto plazo.

Un libro corto, rápido y fácil de leer, que engancha y que impresiona. Una novela que ha sido calificada de antiisraelí por los radicales judíos, y de inspiración sionista por los extremistas árabes. Otra gran obra de este estupendo autor argelino al que descubrí con Las sirenas de Bagdad

5 de agosto de 2015

[Libros] Alguien voló sobre el nido del cuco - Ken Kesey (1976)

Vi la película, protagonizada por un Jack Nicholson espléndido en su papel, hace muchos años, y me encantó. Y el otro día, mientras rebucaba mi próxima lectura entre diferentes títulos, y con la película ya casi olvidada en mi memoria, decidí darle una oportunidad al libro.

Sinopsis:
La acción de la novela se desarrolla dentro de un hospital psiquiátrico, en el Estado de Oregón, donde bajo la estricta dirección y supervisión de la enfermera jefe, los pacientes de la institución, clasificados por su «grado de locura», se someten pacientemente a la pétrea disciplina de las reglas establecidas dentro de un clima de aparente orden y tranquilidad. Hasta que un día llega un nuevo interno, Randle McMurphy, el protagonista principal de la historia, quien haciéndose pasar por demente consigue ser trasladado a esta institución desde una prisión de trabajos forzados. Su carácter jovial y dicharachero, y su fuerte personalidad que contrasta con la del resto de los internos, harán que poco a poco se convierta en el «líder» del grupo, desorganizando por completo la tranquila rutina a la que la enfermera jefe, conocida como La Gran Enfermera, los tenía sometidos. Desde ese momento se creará un ambiente de tensión entre los pacientes y el personal encargado de su cuidado, que nos acompañará a lo largo de toda la historia.
La novela está narrada por uno de los internos, el «Jefe» Bromden, un corpulento individuo de origen indio, que lleva años haciéndose pasar por sordomudo para evitar complicaciones, y con el que McMurphy llegará a tener una estrecha relación.

Opinión personal: Espléndida novela y ácida crítica de las instituciones de salud mental

Aunque al principio hubo fragmentos que se me antojaron algo pesados, debo decir que, al igual que la película, el libro me ha gustado mucho.

La verdad es que apenas recordaba el argumento, ni el final: sólo unas pocas imágenes de Jack Nicholson y las enfermeras deambulaban por mi memoria, pero no recordaba los detalles. Supongo que siempre es una ventaja: ha sido como leer el libro de primeras, pero con la cara de Jack Nicholson en el personaje de McMurphy.

Aunque tenga ya 40 años, la novela aún resulta original, quizás no tanto por su argumento como por su planteamiento. En cuanto al primero, no es la primera vez que encontramos un texto que nos describa las enfermedades mentales, y la dificultad en ocasiones para determinar quién está “loco” (por usar un vocablo sencillo y popular) y quién está cuerdo, no sólo porque los criterios para definir la anormalidad puedan resultar difusos, sino porque, como se dice en algún momento del libro, “todos tenemos problemas”. Todos hemos tenido alguna vez un momento de enajenación, de “locura”, o de depresión, o de cualquier otra manifestación “atípica”, alejada de lo comúnmente establecido como “cordura”. ¿Quién y cómo determina si se trata de un trastorno puntual o de una dolencia que requiere tratamiento e internamiento? A veces no es tan sencillo…

Probablemente lo mejor del libro es su planteamiento. Por un lado, está escrito en primera persona por un interno, por uno de estos enfermos. Y, en ocasiones, el texto nos presenta directamente sus neuras, sus alucinaciones. Reconozco que esos fragmentos algunas veces me resultaron algo tediosos, pero no cabe duda de que aportan profundidad al texto.

Pero lo realmente apasionante es cómo refleja la situación, las psicologías de unos y de otros. El jugador, vividor e inicialmente preocupado sólo por sí mismo, que acaba implicado en mejorar las condiciones de vida de sus compañeros, asombrado del trato que se les da, descubriendo que no están más enfermos que los millones de personas que hay fuera… Los enfermos, habituados al sometimiento, la humillación y el silencio, que poco a poco empiezan a verse a sí mismos como verdaderos seres humanos, gracias al aire fresco aportado por McMurphy… Y los cuidadores y la Gran Enfermera, símbolos del poder y el ansia de dominación, aunque sea sobre seres humanos indefensos, supuestos cuidadores que cultivan su ego ejerciendo su poder omnímodo sobre los enfermos a su cargo, aunque, eso sí, “siempre por su bien”…

La novela es magnífica, seria y divertida a la vez en ocasiones, pero siempre crítica, muy crítica, aunque procure no serlo de forma muy evidente. Crítica con una forma de tratar a los enfermos mentales que, afortunadamente, creo que ha cambiado mucho desde los años en que fue escrita la novela (de hecho, los famosos “manicomios” prácticamente han dejado de existir). Y es que los tratamientos que se experimentaban con estos enfermos parecen hoy más bien técnicas de tortura producto de las mentes más retorcidas: duchas frías, aislamiento, electroshocks… por no hablar de la mutilación directa producida por las lobotomías…

En fin, una buena novela, que no ha acusado para nada el paso del tiempo, y que creo que gustará a cualquiera que se anime con ella. No sé si la película hoy en día se mantendrá igual de “fresca”, hace muchos años ya que la vi… pero la verdad es que me han entrado ganas de buscarla por la red para darle un revisionado. Creo que, junto con el de “El Resplandor”, pudo haber sido uno de los mejores trabajos de Jack Nicholson…


5 de octubre de 2014

[Libros] Sunset Park – Paul Auster (2010)

Sinopsis:
"Sunset Park" cuenta la historia de Miles Heller, un joven de veintiocho años, que hace ocho, rompió todos los vínculos que lo unían al mundo que había conocido hasta entonces. Abandonó la universidad, y dejó una breve nota de despedida para sus padres, se alejó de Nueva York y nadie volvió a saber nada de él. Su regreso es la vuelta al pasado y a sus secretos; a su padre, un magnífico editor; a su madre, una actriz despiadadamente cautivadora; y a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo aguantar. Pero es también el retorno al mundo, a la comunidad de Sunset Park y a sus camaradas okupas; a la vida, con todas sus penas y glorias

Crítica personal: La sencillez y complejidad de la vida actual
Segunda novela que leo de Paul Auster, tras la agradable “Brooklyn Follies”. De nuevo nos encontramos con un texto ambientado en la ciudad del autor, Nueva York, en el que de nuevo dicha ciudad aparece como marco en el que se mueven un puñado de personajes que son los que suponen la verdadera razón de ser del libro.

Me da miedo generalizar cuando estoy ante un escritor tan prolífico del cual sólo he leído dos obras, y más cuando, según leo por ahí, estos dos libros corresponden a una especie de “nueva etapa” en su producción, bastante diferente de su obra anterior. Pero en fin, basándome en lo que he leído, debo decir que Auster es un autor de personajes, más que de historias. Personajes bien construidos, cercanos al lector, complejos e interesantes, habitualmente con conflictos internos pero apegados al mundo real. Gente corriente, con la que podemos identificarnos fácilmente.

La historia, en el fondo es casi una excusa para presentarnos a estos personajes y su forma de enfrentarse al mundo que les (nos) ha tocado vivir. Porque Auster también es hábil en presentarnos la áspera realidad de la vida moderna, sin olvidar alguna que otra ácida crítica política y social.

Si todo esto lo combinamos con un buen manejo del teclado (antes se decía la pluma, pero eso es antediluviano…), con un estilo engañosamente sencillo y directo (digo engañosamente, porque no es fácil combinar al mismo tiempo sencillez y calidad al escribir, y Auster lo consigue), pues al final tenemos esto: un libro muy agradable de leer, con personajes que resultan cercanos y entrañables, y que te deja con un gran sabor de boca y ganas de seguir leyendo libros de este autor.

También por eso, si sois de los que necesitáis acción, tensión o misterio, y finales rotundos, mejor buscad otra cosa. Auster es el escritor de la vida real. Con toda su sencillez y complejidad combinadas. Pero eso es lo que hay. Desde luego, yo seguiré leyéndole.

2 de septiembre de 2014

[Libro] El dios de las pequeñas cosas – Arundhati Roy (1997)

Nada más empezar a leer este libro, su calidad literaria se nota, se paladea. Sin embargo, en los primeros días de su lectura me dio una impresión como de que no había elegido el momento adecuado: el libro estaba muy bien escrito, pero no terminaba de seducirme. Muy “peluche”, muy “bonito”, entrañable, pero quizás no lo más adecuado para las tardes veraniegas…
Qué equivocado estaba. Tuve que llegar casi hasta la mitad (tampoco es muy largo) para sentirme ya atrapado dentro de su lectura, pero a partir de ahí caí totalmente rendido a sus pies. ¡Qué maravilla de libro! ¡Qué forma de escribir la de esta mujer, y qué maravillosa pequeña-gran historia la que nos cuenta en estas páginas! Uno de los mejores libros que he leído en los últimos tiempos, sin ninguna duda. Y uno de los pocos que bien merece una relectura.

Sinopsis:
Ésta es la historia de tres generaciones de una familia de la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Una historia que es muchas historias. La de la niña inglesa Sophie Mol que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos Estha y Rahel que vivieron veintitrés años separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adúlteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una mujer inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomología y las pasiones prohibidas. Ésta es la historia de una familia que vive en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un día y en un país cuyas esencias parecen eternas. Esta apasionante saga familiar es un gozoso festín literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabúes y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la pérdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente.

Crítica personal: Un peluche con una bomba de relojería escondida dentro
“Llovía el día en que Rahel regresó a Ayemenem. Hilos de plata inclinados se incrustaban en la blanda tierra y la levantaban como si fueran balas de fusil.”

Cuando uno se encuentra una frase como ésta ya en la primera página, ya sabe que no va a leer a un autor cualquiera. La calidad del texto se respira en cada párrafo, en cada frase de un texto que por momentos es casi pura poesía. Con esa difícil cualidad de resultar bello sin parecer forzado o empalagoso. Sin empachar, en sus dosis justas. Notamos rápidamente que estamos ante la obra de una gran escritora.

El texto nos introduce a una familia de clase media de la India rural, en el estado sudoccidental de Kerala, entre finales de los años 60 y principios de los 70. Se nos presenta la historia de la familia, del reverendo John Ipe, “el pequeño bendecido”, ya que de niño recibió la bendición del Patriarca de Antioquía; de “Pappachi” (“abuelo”), el Entomólogo Imperial, casado con “Mammachi” (“abuela”), la fundadora de la empresa familiar, “Encurtidos y Conservas Paraíso”; de la bajita cocinera “Kochu” (“pequeña”) María, adicta al “pressing catch” vía satélite; o de la hermana de Pappachi, “Bebé” Kochamma, la que se enamoró de un cura y se metió a monja para estar más cerca de él. También la de Ammu, la madre divorciada de Estha y Rahel, los gemelos heterocigóticos. O la de Chacko, el tío de los gemelos, que estudió en Oxford y se casó con una inglesa, al que le gusta presumir de usar traje y corbata. O la de la pequeña Sophie “Mol” (“niña”), la “Querida de Antemano”, con sus pantalones acampanados y su bolsito made-in-England. Y la del intocable Velutha, el inteligente carpintero que podría ser ingeniero si no hubiese nacido paravan… Todos ellos acompañados por el camarada K.N.M. Pîllai, líder comunista local, o el inspector Thomas Mathew, que da golpecitos con su bastón como quien escoge mangos…

Un relato que se desarrolla inmerso en un paisaje tan evocadoramente presentado por Arundhati Roy, que nos parece estar viviéndolo. El río que pasa junto a las casas, la tierra naranja, las mariposas, las hormigas, los niños jugando, “un alechuza”… Las descripciones no sólo son de una belleza literaria como pocas veces se encuentra, sino que además consiguen recrear perfectamente imágenes en la mente del lector. Imágenes de una India rural que en el fondo no difieren demasiado de lo que era la España rural de la misma época. Distinto color de piel, distintos vestidos… pero también con muchos puntos en común en cuanto al paisaje o la forma de vida. Casi como un “cuéntame cómo pasó” made-in-Kerala.

Sí, todo muy bonito, muy entrañable, muy agradable de leer, muy bien escrito… ¿una novela de tipo costumbrista, agradable y literariamente bella? Eso parece… aunque poco a poco el texto deja entrever que hay algo más. Algún secreto. Algún trauma. Algún drama familiar. A medida que leemos, vamos intuyendo que algo pasó, aunque no sabemos bien qué o cómo. A las pocas páginas del comienzo, se nos habla del entierro de la niña Sophie Mol, pero tiene que haber algo más, aunque no sabemos qué…

Y no lo sabemos porque ésta es una de esas novelas “tipo puzle”, como yo las llamo. De esas que saltan entre el pasado y el presente, o que nos van presentando escenas del pasado a trozos y sin orden cronológico. Al principio, unido al uso de algunas palabras en lengua malayalam (pappachi, mammachi, kochu, mon, mol, kochamma…) resulta confuso, pero poco a poco vamos atando hilos. Entre breves escenas del presente salpicadas aquí y allá, el relato del pasado avanza en espiral, dando vueltas a la historia, volviendo una y otra vez a determinadas escenas, aportando cada vez algo más de información de lo que pasó. Una técnica literaria en absoluto novedosa, pero que, a mi parecer, una vez más esta autora la borda.

Pero es que hay más, mucho más. A la pura técnica bien dominada, y al lenguaje poético y bien elegido, hay que sumarle algo que termina de poner la guinda a un estilo literario que, a mí al menos, me ha enamorado: el narrador de visión infantil. Un narrador clásico, del tipo omnisciente y en tercera persona (disculpadme los tecnicismos) pero que automáticamente adquiere alma de niño cuando relata todo lo relativo a la infancia de Estha y Rahel. La magia y la ingenuidad infantiles se apoderan entonces del relato de una forma que no me siento capaz de describir: hay que leerlo. A todo ello, sumémosle una fina ironía, una ácida aunque sutil crítica, continuos toques de humor y mucha, mucha inteligencia… Y tendremos eso, un texto que enamora. ¡¡¿Por qué esta mujer no ha escrito más libros….?!!

Vale –pensaréis–, muy bonito, muy bien escrito, muy mono... ¿Y eso es todo? Menudo coñazo”. Reconozco que al principio me pasaba igual: no llegaba a pensar lo de “menudo coñazo”, porque no lo es en ningún instante, pero los primeros días me pareció que no era el libro que andaba buscando para este momento, que era muy “mono” y muy bien escrito pero poco más… Sí, un libro-peluche. Lo que no sabía era que el peluche tenía una bomba de relojería en su interior.

El tic-tac empieza a oírse hacia la mitad del libro. En realidad, luego te das cuenta de que se oye desde el principio, pero en esos momentos estás demasiado despistado para distinguirlo del ruido de fondo. Hacia la mitad del texto ya estás metido en la historia, ya conoces a los personajes, ya te interesa lo que ocurra incluso aunque no ocurra “nada”… y entonces es cuando ocurre. O cuando vas descubriendo lo que ocurrió. Y el libro te agarra, te zarandea, te estruja, te da dos buenos tortazos y te tira al suelo como un guiñapo. La bomba estalla. Y el corazón se te encoje.

No esperéis un gran misterio, o una gran historia. O sí. Depende. Porque ésta es una pequeña-gran historia. Pequeña, pero con mucho fondo. Con mucha humanidad. Con mucha más mala leche de lo que aparenta. Porque Arundhati Roy puede ser dulce, pero también dura. Porque su posterior faceta de activista política, de luchadora por la igualdad de la mujer o defensora de los derechos humanos, está también en el texto. A través de una ácida crítica social envuelta en terciopelo.

Un libro maravilloso. Una gran obra literaria, tanto en el fondo como en la forma. Una delicia para paladear. Un libro que no se olvida. Aunque cueste un poco entrar en él. Pero el esfuerzo se ve recompensado con creces. Probablemente, uno de los mejores libros que he leído. Aunque sólo trate sobre pequeñas cosas.

22 de agosto de 2014

[Libros] Las tres bodas de Manolita – Almudena Grandes (2014)

Leer a Almudena Grandes es un acierto siempre. Sus libros se disfrutan, se paladean, y por eso, había reservado su última novela para leerla en el verano, con más tiempo para saborearlo con intensidad. Y no me ha defraudado.

Sinopsis:
En un Madrid devastado, recién salido de la guerra civil, sobrevivir es un duro oficio cotidiano. Especialmente para Manolita, una joven de dieciocho años que, con su padre y su madrastra encarcelados, y su hermano Antonio escondido en un tablao flamenco, tiene que hacerse cargo de su hermana Isabel y de otros tres más pequeños. A Antonio se le ocurrirá una manera desesperada de prolongar la resistencia en los años más terribles de la represión: utilizar unas multicopistas que nadie sabe poner en marcha para la propaganda clandestina. Y querrá que sea su hermana Manolita, la señorita Conmigo No Contéis, quien visite a un preso que puede darles la clave de su funcionamiento. Manolita no sabe que ese muchacho tímido y sin aparente atractivo va a ser en realidad un hombre determinante en su vida, y querrá visitarlo de nuevo, después de varios periplos, en el destacamento penitenciario de El Valle de los Caídos. Pero antes tiene que saber quién es el delator que merodea por el barrio.
Las tres bodas de Manolita es una emotiva historia coral sobre los años de pobreza y desolación en la inmediata posguerra, y un tapiz inolvidable de vidas y destinos, de personajes reales e imaginados. Una novela memorable sobre la red de solidaridad que tejen muchas personas, desde los artistas de un tablao flamenco hasta las mujeres que hacen cola en la cárcel para visitar a los presos, o los antiguos amigos de colegio de su hermano, para proteger a una joven con coraje.

Reseña: Una historia agridulce, pero optimista, de nuestra oscura postguerra
Almudena Grandes sigue en este libro la misma filosofía que sirvió de base para el anterior, “El lector de Julio Verne”: utilizar las memorias de personajes reales para recrear la historia de la España de la postguerra. Es decir, aunque se trata de una novela, la historia de fondo se basa en hechos reales (aunque, a menudo, reuniendo varias historias de personas diferentes en unos mismos personajes).

Sin embargo, poco a poco parece que los últimos “episodios de una guerra interminable”, que es como denomina la autora a esta serie de novelas ambientadas en la postguerra, se van alejando de la crónica histórica para hacer más hincapié en la crónica social. Si en “Inés y la Alegría” la clave estaba en contarnos la desconocida historia de la invasión del valle de Arán y del partico comunista en el exilio (esta parte era tediosa, y lastraba bastante al libro, desde mi punto de vista), en “El lector de Julio Verne” el relato se hizo ya mucho más intimista, y el relato histórico quedó reducido más bien al entorno de fondo, a los maquis que operaban en las montañas donde vivía el niño protagonista del relato.

En este tercer episodio, es la vida de Manolita, su familia y sus amigos, lo que centra el mensaje del libro. No hay ya un episodio histórico concreto que contar, aunque sí, por supuesto, una crónica social de la época. Porque el libro, aparte de una historia de supervivencia, de coraje, de amor y de optimismo vital pese a las adversidades, es una magnífica crónica de la España de la postguerra. Una España de hambre, miseria y miedo, de represión y lucha a muerte por salir adelante. Todo ello de la mano de la magnífica pluma de Almudena Grandes, y visto a través de los ojos de una muchacha que, de repente, se encuentra sola en el Madrid del hambre, con cuatro hermanos a los que alimentar.

Y esa es la novela, la historia de una joven corriente que debe aprender a luchar por sobrevivir en una sociedad hostil… pero en la que también hay sitio para una gran solidaridad. La historia de los que perdieron la guerra, que no fueron sólo los ciudadanos de ideales progresistas y democráticos, sino, ante todo, el pueblo llano, una amplia clase media que en buena medida se encontró de repente en la indigencia, especialmente si el cabeza de familia había tenido la desgracia de luchar en el lado equivocado.

Por supuesto, a lo largo del relato no sólo viviremos la vida de aquellos difíciles tiempos, sino que iremos descubriendo detalles sobre los procesos sumarísimos a los combatientes republicanos, las cárceles masificadas, el mercado negro, los chaqueteros que pasaban del socialismo a levantar el brazo y perseguir a sus antiguos compañeros… Aunque quizás el detalle más doloroso y vergonzoso, por ser el más desconocido, es la denuncia de uno más de los crímenes cometidos por la Iglesia española durante aquella época (junto con el robo de recién nacidos, la pederastia…): el régimen de esclavitud en el que algunas instituciones religiosas mantuvieron a centenares de niños por el mero hecho de ser “hijos de rojos”. Hechos probados y denunciados por los supervivientes, aunque, como tanto ha pasado en este país con nuestro pasado, silenciado y ocultado con el resto de basura debajo de la alfombra. El relato de la hermana de Manolita, prácticamente secuestrada y esclavizada por una orden religiosa de Bilbao junto con otros centenares de adolescentes, es lo que más me ha conmovido de todo el libro, probablemente porque desconocía estos hechos.

Pese a todo, ésta es, como decía antes, una historia básicamente de supervivencia, de salir adelante, de lucha y coraje. Y de amor, de amor frustrado, casi imposible, entre la muchacha de vida difícil que lucha por salir adelante y su novio en la cárcel, con la incertidumbre de si le quedan por delante décadas de encierro… o un paredón a corto plazo. Y, sin embargo, una historia casi optimista, vital, repleta de amistad, solidaridad y momentos de humor. Otra gran novela de una gran escritora.


Nota final: A no perderse también el apéndice histórico, en el que se revelan las claves, las conexiones entre la novela y los hechos. En especial, la asombrosa y repugnante historia del comisario Roberto Conesa, “el Orejas”, el líder de las juventudes socialistas reconvertido en máximo represor franquista, colaborador de la Gestapo, torturador implacable, artífice del asesinato de “las trece rosas”, maestro de “Billy el niño”… y protagonista de oscuros hechos durante la transición (¿la mano negra detrás de los GRAPO? ¿el organizador de los secuestros de Oriol y Villaescusa, “milagrosamente” resueltos por él mismo? ¿la herramienta de la ultraderecha para intentar desestabilizar el proceso democrático?),un  torturador que fue condecorado ya en plena democracia… Aunque se trata de una lectura totalmente independiente de la novela en sí, leer el apéndice histórico sobre este repugnante sujeto es realmente apasionante.

18 de agosto de 2014

[Libros] El jilguero – Donna Tartt (2013)

Ya sabéis que no soy demasiado amigo de lanzarme a leer las últimas novedades editoriales, pero en este caso debo agradecer a la tremenda publicidad que ha rodeado a este libro el hecho de que me diera la oportunidad de conocerlo. Tras leer diferentes reseñas y entrevistas a la autora en la prensa, y animado por los positivos comentarios que veía por todas partes, decidí probar. Y debo decir que no me arrepiento. En absoluto.

Sinopsis:
Si aquella mañana no hubiera llovido, si Theodore y su madre hubieran llevado un buen paraguas, si, si, si… quizá no hubieran buscado refugio de una tormenta en el museo Metropolitan de Nueva York. Allí estaban, contemplando una exposición de maestros de la época dorada del arte holandés, cuando de pronto estalló una bomba y Theodore se encontró de repente solo y rodeado de un montón de escombros. Buscando la salida, el chico, que acaba de cumplir trece años, se topa con un visitante que estaba minutos antes contemplando la misma exposición acompañado de una chiquilla hermosa. El hombre muere delante de los ojos de Theodore, pero antes le entrega un anillo, pidiendo que lo devuelva a un tal Hobie, dueño de una tienda de antigüedades. Theo abandona el museo, llevando consigo el anillo y algo más...

Crítica personal: Un gran libro
Grande, sí. No hay más que verlo de canto, si tienes una edición en papel: la española alcanza casi las 1200 páginas. Como para pensárselo bien antes de meterse con él ¿verdad? Hay que tener en cuenta que su lectura equivale a 3 ó 4 libros normales (personalmente, por debajo de las 300 páginas me parecen más bien cortos, aunque esto siempre es subjetivo), así que conviene estar mentalmente concienciado de dónde te vas a meter antes de hacerlo…

Un gran libro también en el sentido metafórico de la palabra, pero, como suele ser habitual en estos casos, creo que no es un libro apto para todos los públicos. Pese a lo que insinúa la sinopsis y muchas de las reseñas que se ven por ahí, no se trata de un libro de intriga, o policiaco, o de acción… incluso aunque contenga también a ratos todos estos elementos, se trata de una novela pausada que carga las tintas en los personajes y en su vida interior. A ojo, podríamos decir que el libro es un 80% de drama y un 20% de thriller. Así que el que busque esto último, va a quedar muy decepcionado. Así, no hay que extrañarse de ver comentarios como que le sobran casi todas las páginas, que es demasiado pesado, que se tira más de medio libro sin que pase nada (falso; otra cosa es que para determinados lectores sólo pase algo cuando hay tiros…), etc, etc. Está claro, si a xxxx (introducir cualquier escritor de bestsellers de garrafón; había puesto uno, pero no quiero ofender) le dan el argumento de este libro, lo hubiera liquidado en 150 páginas. Pero yo me aparté de xxxx después de leer un solo libro. En cambio, con Donna Tartt repetiré seguro.

El jilguero es una historia de personajes, personajes profundos y complejos, algunos entrañables, otros más desagradables, y muchos, la mayoría (si no todos) con esa dualidad tan humana que te hace quererlos y odiarlos por igual. Personajes grises, ni blancos ni negros, ni buenos ni malos, pero profundamente humanos y creíbles. Los personajes, todos ellos, son lo mejor del libro.

¿De qué va El jilguero? La sinopsis nos desvela el principio: un atentado, una explosión, un niño superviviente y algo de misterio… El título, la portada y los múltiples artículos aparecidos en la prensa nos indican que también hay un cuadro famoso de por medio… Sí, todo es cierto. Pero en conjunto todo esto no supone más de una cuarta parte del libro, repartida casi íntegramente entre lo que podríamos llamar una larga introducción y un largo epílogo. El resto es, básicamente, la vida del protagonista, Theo, a lo largo de unos 20 años (con un gran salto temporal de por medio). Una vida intensa y complicada, que, junto con los personajes con los que se va cruzando (también controvertidos, complicados), es lo que verdaderamente da alma a esta historia.

A lo largo de sus muchas páginas, nos moveremos por multitud de ambientes y distintas personalidades: alta sociedad, delincuencia juvenil, drogas y alcohol, amor y amistad, juego y crimen organizado… Hay un poco de todo en esta novela, y a menudo, entremezclado, con fronteras difusas entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto. Como decía más arriba, casi todo es ambivalente, casi todo es gris, con su lado bueno y su lado malo… La vida es complicada. Las personas, también.

Sobre el estilo de la autora, indicar que es de lenguaje sencillo pero pausado, muy descriptivo, tremendamente descriptivo. Tanto, que comprendo que para algunos lectores pueda llegar a resultar exasperante, pero que por otra parte te permite meterte realmente en los personajes y en sus vivencias. Quizás en las últimas páginas del libro la autora se acerque un poco al exceso, con decenas de páginas que parecen dar vueltas una y otra vez alrededor de reflexiones “de filosofía vital barata” y de pensamientos inconexos; fueron páginas que reconozco que se me llegaron a hacer algo tediosas, pero que al mismo tiempo consiguen identificarte con la situación que vive el protagonista en esos momentos (no debo dar más pistas, o sería un spoiler). Creo que Donna Tartt hace un buen trabajo, escribe francamente bien aunque se mantenga haciendo equilibrios en la frontera entre el “estilo bestseller” y la “buena literatura”. Claro que, justamente esto, no será del agrado de todo el mundo.

En resumen, un buen libro, desde mi punto de vista, un relato complejo y escrito con inteligencia que se lee con fluidez y que se disfruta sobre todo por sus fantásticos personajes. Personajes que podrán gustar o no, pero que tienen alma, todos ellos: Theo, Pippa, Hobey, Boris, Andy… incluso Xandra, la señora Barbour, el padre de Theo y hasta los porteros de la casa de Theo… Un amplio ejemplo de diferentes personalidades, estatus social y formas de vida, y de las grandezas y las vilezas del ser humano, a menudo mezcladas dentro de una misma persona.

26 de junio de 2014

[Libros] Buscando a Alaska – John Green (2007)

No había oído hablar de este libro, ni conocía a su autor, hasta que mi hija me habló de él. Leí la sinopsis, lo ojeé, y me provocó la suficiente curiosidad como para animarme a leerlo; también, en parte, para confirmar mi primera impresión de que este libro no era tan “juvenil” como en un principio pudiera parecer. Y así fue.

Sinopsis:
Cansado de su aburrida existencia, Miles, de 16 años, deja su casa para buscar su “gran quizás” en un colegio internado. Ahí su recién descubierta libertad y una enigmática chica, Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Miles se siente que está por alcanzar su objetivo cuando una tragedia inesperada amenaza con arrebatárselo. ¿Cómo la intensidad de la amistad puede terminar en una pérdida devastadora?

Crítica personal: Un relato de amistad, juventud y el sentido de la vida
Estamos, sin duda, ante un libro de literatura juvenil, un libro de jóvenes: lo son sus protagonistas, y lo son sus reflexiones, que reflejan muy bien la vida interior a esas edades. Pero eso no significa que se trate de un libro simple o menor. Es cierto que lo parece en su primera parte, pero un acontecimiento trágico que tiene lugar a la mitad del libro, abrirá el camino hacia una reflexión mucho más madura, a un sufrimiento mucho más adulto.

En realidad, el argumento es sencillo, pero creo que su principal mérito es la capacidad que tiene el autor de reflejar los sentimientos y pensamientos de estos adolescentes, un grupo de jóvenes entre los 16 y 17 años que comparten un internado (un “high school”, o etapa preuniversitaria del sistema educativo americano). Amistad, rivalidades y amores… podría ser el típico cóctel de cualquier peliculilla del género (hasta de Disney, si le metemos canciones, coreografías y caras guapas), pero en realidad aquí todo es bastante más realista y menos azucarado. Hay estudios, preocupaciones, gamberradas, sexo, alcohol y tabaco, aliñado con las sencillas y grandes amistades que uno forja en esa etapa, y con las inseguridades también propias de la misma.

Pero todo es relativamente ligero hasta que algo rompe de forma trágica la monotonía del curso académico. Los protagonistas se ven obligados a replantearse sus vidas y sus actos, y a hacerse multitud de preguntas de índole vital. El libro adquiere unos tintes más introspectivos y hasta a ratos filosóficos, aunque afortunadamente sin moralismos ni moralejas. En el fondo, el mensaje es: así es la vida.

Se trata de un libro juvenil, sin duda, con el que se sentirán mucho más identificados los lectores que se hallen en la misma franja de edad que sus protagonistas. Un libro cortito y sencillo, aunque no necesariamente ligero. Creo que, para esas edades, es un gran libro, Y para los que ya nos pilla lejos, su lectura no deja de resultar bastante agradable; bueno, o lo sería de no ser por…

La traducción.

Es horrible. Principalmente, porque es una traducción mexicana (a día de hoy no existe otra edición alternativa) que utiliza la jerga juvenil mexicana, con expresiones que, si bien por lo general son comprensibles, resultan de lo más chocante, impidiendo al lector castellano-parlante poder “introducirse” de verdad en el libro. El lenguaje es tan atípico, y hasta cómico para lo que estamos acostumbrados, que impide al lector español “sumergirse” adecuadamente en el texto.

Pero esto sería disculpable (supongo que a un mexicano le ocurriría lo contrario si leyera una traducción que usara la jerga juvenil española), lo que no lo son en absoluto son los errores de traducción. No es la primera vez que me ocurre, pero no puedo entenderlo: ¿quién contrata a traductores que no conocen mínimamente el idioma inglés, y que cometen errores de parvulario en la traducción? ¿Cómo se puede traducir la típica coletilla “I’m afraid” (“me temo”) por un “tengo miedo”? Por favor, editores, un poquito más de cuidado al elegir al traductor de turno; seguro que los hay igual de baratos que al menos saben algo de inglés, más allá del “my taylor is rich”. Entre los 5 millones de parados, muchos de ellos con carrera, que tenemos hoy en España, seguro que los hay a millares para elegir.

20 de junio de 2014

[Libros] Si te dicen que caí – Juan Marsé (1973)

Uno de los clásicos contemporáneos de la literatura española. Tras leerlo, comprendo que figure dentro de este selecto grupo: su calidad es innegable. Pero su complejidad, también. No es un libro fácil. Pero merece la pena leerse.

Sinopsis:
Escrita a finales de los años sesenta y prohibida por la censura, Si te dicen que caí constituye una secreta y nostálgica despedida de la infancia, así como un cuadro a la vez sórdido y poético de la vida durante el franquismo. Se trata además de una de las novelas más personales del autor, pues, según el propio Marsé, al escribirla solo pensaba en los anónimos vecinos de un barrio pobre que no existe en Barcelona, en los furiosos muchachos que compartieron con él las calles leprosas y los juegos atroces, el miedo, el hambre y el frío, en su propia infancia y adolescencia.

Crítica personal: Retrato de la podredumbre de la postguerra
Si te dicen que caí es una novela compleja, difícil de leer, difícil de seguir y de entender. Su estilo, que calificaría de “faulkneriano”, por su semejanza en cuanto a estructura con la compleja obra del norteamericano, no hace ninguna concesión al lector, todo lo contrario: el esfuerzo requerido para poder seguir medianamente el texto es más que considerable. Personalmente debo reconocer que no he llegado a entender la totalidad del libro, que una vez terminado sigo perdido en relación a numerosos detalles de la trama; de hecho, creo que es un libro que requiere de al menos dos lecturas: estoy seguro de que en la segunda se entenderán mejor muchos detalles de una historia que se va desenredando poco a poco hacia el final del libro (sin llegar a hacerlo por completo), de forma que la relectura resultará seguramente mucho más reveladora. Pero en el fondo no importa, creo yo: para mí, la trama es en realidad lo de menos. Lo realmente valioso de este libro es el vívido retrato de una sociedad y de una época. Los años del hambre. Los años del miedo. Años de miseria, hambre, frío, resentimiento, abusos de poder y sometimiento. La oscura postguerra española.

Juan Marsé vuelca en el texto los recuerdos de su infancia, que vivió como uno de los niños protagonistas de su obra: un niño de la calle, sucio y hambriento, jugando por las esquinas de las calles embarradas, por los descampados aún repletos de munición olvidada, con lo único que tenían: su imaginación. “Es una novela, hasta cierto punto, autobiográfica, porque todo lo que tiene que ver con mi infancia está en ella”, cuenta el autor en una entrevista que enlazo al final de esta reseña.

El texto aparece salpicado de historias en apariencia inconexas, siendo a veces más bien una recopilación de las miserias personales de cada uno, de diferentes anécdotas o de instantáneas cotidianas de la vida de aquellos días. El día a día de los verdaderos perdedores de la guerra: el pueblo llano. Una historia de la miseria en un barrio de las afueras de Barcelona en los años 40. Niños harapientos, con sarna y fantaseando con un bocadillo… jóvenes metidas a putas para comer o por pura desesperanza… familias con alguno de sus miembros en la cárcel o escondido en un zulo para evitar acabar en ella… excombatientes republicanos convertidos poco a poco en meros delincuentes comunes… y por encima, vigilando a todos, los nuevos amos.

Las tramas se cruzan, así como las épocas: algunos de esos niños de la calle recuerdan, años después, lo que ocurrió. Pero no sólo sus memorias mezclan realidad y fantasía, hechos y rumores, sino que ni siquiera tenemos muy claro quién es quién: no se presenta a los personajes, y quienes de niños sólo se conocen por sus apodos (el Tetas, el Amén, Java o Sarnita) se convierten, sin introducción alguna, en adultos con nombre propio. La historia principal, por su parte, es una reconstrucción mezcla de hechos conocidos con rumores escuchados aquí y allá,  o incluso con invenciones propias de la imaginación infantil. La realidad y la ficción tienen fronteras difusas… pero en el fondo da igual, pues cualquier versión de la historia es realista, cualquiera de ellas pudo haber sido, en aquella España de miedo, hambre y miseria.

Un libro complejo, pero muy recomendable. Y también lo es leer esta entrevista a Juan Marsé, en la que aclara muchas de las claves de la novela, y en la que revela cómo un gran número de detalles están basados en su propia infancia.

En resumen: un buen libro, una gran novela negra con todas las letras (la negrura era la identidad de la época), pero un libro exigente con el lector. Aunque el esfuerzo se ve recompensado.

10 de junio de 2014

[Libros] La cena – Herman Koch (2008)

Sinopsis:
¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable? ¿Debe prevalecer el instinto de protección paterna o la lealtad a unas normas sociales que garantizan la coherencia y la fortaleza del grupo? Estas y otras preguntas de igual calibre surgen como dardos durante la lectura de La cena, del escritor holandés Herman Koch, una novela ácida y provocadora que apunta sin miramientos a toda una clase social acomodada de los Países Bajos, y por extensión, de toda Europa, instalada en una inercia de autosatisfacción y complacencia e indiferente hacia el devenir de la generación que ha de sucederle.
Dos parejas se han citado a cenar en un moderno y exclusivo restaurante de Ámsterdam. Mientras saborean el aperitivo y charlan con aparente despreocupación sobre la última película de moda o sus planes para las vacaciones, son conscientes de que, tarde o temprano, deberán abordar el incierto y acuciante tema que los ha llevado a reunirse: el futuro de Michel y Rick, sus hijos de quince años que, según algunos indicios, podrían estar envueltos en un caso de violencia grave. Así pues, tras los postres, cuando la cena llegue a sus últimos compases, la tensión entre los comensales habrá alcanzado su punto culminante y la cadena de secretos y revelaciones confluirán en un final dramático en el que nadie podrá esgrimir su inocencia.

Tras cosechar un éxito inmediato y arrollador en su país —copó las listas de bestsellers, y ya ha vendido más de 340 mil ejemplares—, La cena ganó el Premio del Público y fue declarado Libro del Año 2009.

Crítica: Luces y sombras
El autor se ha basado en hechos reales (el asesinato de un indigente en Barcelona, cuando unos gamberros lo rociaron de gasolina y lo prendieron fuego) para idear su historia, sobre las reacciones de los padres cuando descubren lo que han hecho sus hijos, y aprovechando para realizar una dura autocrítica de nuestra sociedad.

El libro empezó gustándome, pero a partir de la mitad se fue desinflando poco a poco. Para mi gusto, el autor no ha llegado a aprovechar completamente un buen planteamiento inicial; no se introduce adecuadamente en los personajes, y eso es lo que le hace perder fuerza en su segunda mitad. Sus motivaciones, sus psicologías, que tanto juego podrían haber dado, se quedan totalmente en la superficie.

Para mi gusto, un bluff, mucho ruido y pocas nueces, un éxito de ventas con más marketing que otra cosa detrás, como sucede demasiado a menudo. Se deja leer, pero me ha decepcionado; no porque no esté bien, sino porque podía haber dado para bastante más.

24 de abril de 2014

[Libros] Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea – Annabel Pitcher (2011)

Me temo que esta crítica, sin ser en absoluto negativa, quizás levante ampollas, porque éste es uno de esos libros que a todo el mundo le encanta. A mí me ha gustado, sí… pero ha estado muy lejos de apasionarme.

Sinopsis:
Poco antes de cumplir diez años, el pequeño Jamie se va a vivir al norte de Londres con su padre separado, su hermana adolescente Jasmine y su gato Roger para empezar desde cero. Han pasado cinco años desde la muerte de Rose, la gemela de Jasmine, en un atentado terrorista islámico en Londres. Sus padres no han conseguido superar el dolor y parece que Jasmine tampoco: se ha teñido el pelo de rosa, se ha hecho piercings y ha optado por no comer. La familia se ha venido abajo. Pero en todo ese tiempo Jamie no ha derramado una sola lágrima. Para él Rose, cuyas cenizas reposan en la repisa de la chimenea, no es más que un recuerdo lejano. Le interesan mucho más su gato Roger, la camiseta de Spiderman que le han regalado por su cumpleaños o que su padre no se entere de que se ha hecho amigo de una niña musulmana paquistaní. Un día, al ver en la televisión un anuncio buscando jóvenes talentos que sepan cantar, se convence de que eso puede hacer que las cosas cambien y que toda la familia pueda salir adelante.

Crítica: un librillo agradable

Éste es uno de esos libros que gusta a todo el mundo. Es tierno, con toques tristes pero también con otros alegres, y, sobre todo, escrito desde la visión de un niño. Eso ya le aporta muchos puntos para enternecer al lector.

Y, realmente, creo que eso es lo que le salva. A ver, no digo que sea lo único bueno que tiene… pero si no fuera por ese toque que le da la visión infantil, creo que perdería la mayor parte de su encanto. Porque, realmente, aparte de esto tiene muy poquito: todo gira alrededor de una familia desestructurada tras haber sufrido una tragedia, y cómo lo vive el hijo menor (9-10 años). Sin grandes dramas ni grandes acontecimientos, se nos describe la vida diaria de un niño sumido en una situación familiar anómala, aunque, como niño, es el que mejor se adapta a ella. Poco más puedo decir, quizás porque el libro no tiene mucho más... anécdotas, pequeñas historias... la vida diaria, básicamente.

El resultado es un libro agradable, tierno aunque sin pasarse, tragicómico, fácil de leer, corto... En fin, un libro de esos que siempre gustan. Pero, para mi gusto, le ha faltado algo de "garra". Está bien escrito, resulta ameno (su brevedad, 230 páginas en papel, también ayuda) y el toque de la visión infantil le da ese encanto especial que automáticamente, si está bien logrado (y lo está), te enternece el corazón. Pero, en el fondo, hay poco más.

En resumen: me ha parecido un libro atractivo, que se lee rápido y bien, con toques de ternura y que gustará a todo el mundo. Y nada más. No es un libro que me haya entusiasmado ni que me haya aportado nada, más allá de pasar un rato agradable. Pero eso, a menudo, es más que suficiente.

12 de febrero de 2014

[Libros] Stoner – John Williams (1965-2003)

John Williams escribió Stoner en 1965, y entonces pasó prácticamente desapercibida. Su reedición a comienzos del siglo XXI supuso el redescubrimiento de lo que muchos críticos consideraron una obra maestra, obteniendo también elogios unánimes por parte de los lectores. Animado por todo esto, me dispuse a leer esta historia.
¿El resultado? Pues diré que es uno de esos libros que no terminan cuando lees su última página. Uno de esos libros que te rondan por la cabeza mucho tiempo después de haberlo terminado. Creo que eso define los buenos libros.

Sinopsis:
John Williams relata en este libro la vida de William Stoner, hijo de campesinos pobres que deciden, por consejo de terceros, enviarle a estudiar algo relacionado con la agricultura. Estando en la Universidad descubre, como si fuera un flechazo, la Literatura y decide dedicar sus estudios a ella. Se convierte en un buen profesor ilusionado con su trabajo. La mayoría de su tiempo transcurre durante la primera parte del siglo pasado, coincidiendo con las dos guerras mundiales y con la guerra de España.
“Se trata simplemente de una novela sobre un tipo que va a la universidad y se convierte en un maestro. Pero es una de las cosas más fascinantes que jamás he encontrado." - Tom Hanks, Times

Reseña: La vida de un buen hombre
Recién terminado de leerlo, me pregunto: ¿es realmente tan bueno como lo pintan? ¿Es realmente una obra maestra, o al menos un libro de gran calidad, un libro que merezca destacar por encima del resto? La verdad es que no lo sé. Mis sensaciones a lo largo del libro han ido variando, y lo cierto es que, si bien lo he terminado encantado, al principio me costó un poco conectar con el estilo del autor. Un buen final siempre predispone a olvidar lo anterior, a quedarse con el buen sabor de boca de esas últimas páginas y querer extenderlo al conjunto del libro, y eso no sería justo. Pero somos humanos, y es difícil ser objetivo en estas cosas.

En cualquier caso, cuanto más lo pienso más me convenzo de que sí, creo que Stoner es un buen libro. Y lo es tanto por su historia (sencilla, aparentemente muy sencilla, pero al mismo tiempo muy profunda como reflexión sobre la vida de las personas corrientes) como por su estilo; aunque es paradójico que destaque esto último cuando al principio fue quizás lo que más me alejaba del libro.

La razón es que Stoner está escrito como si te contaran un cuento. El narrador está ahí siempre presente, no difuminado en la historia, sino en primer plano, destacando por encima de todo. Alguien te está contando la vida de una persona, y lo sientes así. En mi opinión, sería un libro ideal para que un buen orador te lo leyera en voz alta, porque es así como está escrito. Y fue ese estilo narrativo justamente lo que me impidió conectar durante un tiempo con el contenido: esta técnica hacía que la historia me resultase algo lejana, algo fría. Aunque la lectura resultaba amena, este estilo me impedía “meterme” totalmente en el alma del libro. Puede que fuese algo totalmente personal y que a otros lectores no les ocurra, pero a mí este estilo me distanciaba un poco del texto. Sin embargo, pasado el primer tercio de páginas leídas, supongo que me acostumbré, y dejó de ser un inconveniente.

En paralelo con esto, lo cierto es que el estilo es en ocasiones hermoso, perfectamente descriptivo de los sentimientos de una persona en un momento dado, aunque al mismo tiempo desapasionado. El autor se centra en Stoner, el protagonista: sentimos a través de él, le entendemos, mientras que del resto de personajes sólo vemos sus actos. Vivimos la historia a través de Stoner, y llegamos a sentirnos estrechamente ligados a él. Desde cómo vive las situaciones, hasta cómo se queda unos minutos contemplando por la ventana el paisaje que se extiende hacia el horizonte; llegamos a “entrar” dentro de Stoner. Creo que éste es el mayor logro del autor.

¿Y la historia? Pues simplemente, la vida, la biografía de un hombre sencillo, honesto…. y bueno. Llena de sinsabores y pequeñas alegrías, un hombre de esos que intenta vivir su vida sin molestar a nadie…. y probablemente por ello sufriendo mucho más que quien pasa por la vida pisando a quien se le ponga por delante.

Stoner no triunfa en ningún sentido. Vista desde el exterior, su vida podría considerarse un completo fracaso. Pero, como él mismo reflexiona al final…. “¿qué esperabas?”. La última parte del libro es, en el fondo, una reflexión sobre el sentido de la vida. La verdad es que podría resultar triste, amargo, pero no transmite esta sensación, porque el protagonista siempre acepta su vida como le viene. Es lo que hay. E intenta vivirla de la mejor forma posible dentro de sus posibilidades, de sus principios y de sus limitaciones, aunque estas últimas sean en su mayor parte autoimpuestas, consecuencia de su personalidad. Firme en su ética y en sus convicciones, aunque a menudo sería más fácil hacer como los demás…

Stoner podría ser cualquiera. Alguien que pasa por la vida sin que nadie se dé cuenta. Una persona corriente, hasta anodina… pero un ser humano. Con su vida, sus alegrías y sus tristezas, sus anhelos y sus decepciones (de éstas, muchas). Un hombre honesto, y un hombre bueno, al que nadie recordará. Y que, sin embargo, nos enamora a todos cuando lo descubrimos en las páginas de un libro.

Nota personal: 8,5



(curioso, cuanto más pienso en el libro, cuantas más vueltas le doy en mi cabeza una vez terminado, más ganas me dan de subirle la “nota”. Es un libro para dejar reposar.)

24 de diciembre de 2013

[Libros] La soledad de los números primos – Paolo Giordano (2008)

Sinopsis:
Paolo Giordano se ha convertido, hoy por hoy, en el fenómeno editorial más relevante de los últimos años en Italia. Con tan sólo veintiséis años, La soledad de los números primos, ópera prima de este recién licenciado en Física Teórica, ha sido galardonada con el premio Strega 2008 y ha conseguido un éxito de ventas sin precedentes para una primera novela. Asimismo, ha despertado un gran interés internacional y será traducido a veintitrés idiomas.
Como introducción a esta excepcional novela, dejemos al texto hablar por sí mismo:
 «En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»
Esta bella metáfora es la clave de la dolorosa y conmovedora historia de Alice y Mattia. Una mañana fría, de niebla espesa, Alice sufre un grave accidente de esquí.
Si la firmeza y madurez con que este joven autor desarrolla el tono narrativo impresiona y sorprende, no menos admirable es su valor para asomarse sin complejos, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.

Crítica personal: Un magnífico retrato de la soledad y la incomunicación

Me ha gustado mucho. Un magnífico retrato de la soledad... y de la incomunicación, que suele ir acompañándola. La historia de dos personas especiales, pero a las que en el fondo llegas a entender; dos personas incapaces de crear lazos afectivos, personas en apariencia insociables o asociales... pero que no por eso dejan de tener sentimientos y de sufrir en silencio, incluso simplemente por ser como son y no poder evitarlo.

Un gran libro, a pesar de un final que probablemente no es el más amable con el lector... pero quizás sí el más lógico. Un libro que merece la pena leer.

Nota personal: 8

21 de noviembre de 2013

[Libros] Todo lo que cabe en los bolsillos – Eva Weaver (2013)

Tenía pendiente este libro hace meses, desde que lo leyó mi mujer y me lo recomendó fervientemente. “Te va a encantar”, me decía una y otra vez, “es diferente, no es lo que esperas”, me repetía. Pero me daba pereza. Por un lado, ya conocía muy bien el tema, había leído mucho sobre ello y visto muchas películas; y, por otro lado, por alguna razón sentía que no era el momento. Además, lo reconozco, la sinopsis me olía mal: desprendía cierto tufillo a sentimentalismo barato.
Finalmente, este mes decidí ponerme con él. Y ha resultado ser, para mí, el libro del año.
Ah, y por favor, olvidad la última frase de la sinopsis, que aunque pretende ser puro marketing, seguro que provoca repelús a muchos de los que hayan sufrido la lectura del pijamita de marras… Afortunadamente, se parecen como un huevo a una castaña.

Sinopsis:
Todo lo que cabe en los bolsillos es la historia de Mika, un chico judío que hereda el abrigo de su abuelo y encuentra en un bolsillo secreto una marioneta. Al principio la usa para entretener a los chicos del gheto pero pronto se verá obligado a hacerlo ante los soldados. Cuando se libera el gheto, las marionetas pasan a manos del soldado nazi Max y llegan con él a Siberia, salvándolo de la misma manera que lo hicieran con Mika. La nieta de Max heredará las marionetas después de la muerte de su padre. Años después las llevará a Nueva York, donde se encontrarán con Mika en su lecho de muerte.
Fascinante y sobrecogedora, Todo lo que cabe en los bolsillos es una historia de coraje y redención que apelará a los sentidos de todos aquellos que hayan leído El niño con el pijama de rayas.

Crítica personal: Simplemente, maravilloso
Me resulta difícil reseñar este libro, porque sé que nada de lo que pueda decir será capaz de transmitir lo que te transmite esta novela. Puedo hablar, y hablaré, de su contenido, de su estilo, de mi opinión subjetiva… pero la principal virtud de este libro está en lo que te hace sentir, y eso sólo se puede descubrir leyéndolo. Pese a todo, intentaré hacer una descripción lo más objetiva posible:

Este libro consta de dos historias entrecruzadas: la de un niño judío del gueto de Varsovia, y la de un soldado alemán. La primera parte, la protagonizada por Mika, servirá para descubrimos en detalle y con rigor toda la historia del gueto de Varsovia, con sus diferentes fases: el confinamiento, el hacinamiento y la hambruna, seguidos por las deportaciones a los campos, el heroico levantamiento en armas de sus habitantes, y la posterior destrucción total del gueto por parte de las tropas nazis.

En la segunda parte seguiremos leyendo la historia de otras víctimas de la guerra; la de los verdugos ahora convertidos en prisioneros del gulag, sometidos a unas condiciones similares a las que ellos impusieron a los judíos por toda Europa.

El libro consta de una tercera parte, en cierta manera a modo de epílogo, en la que los descendientes de aquellos protagonistas de uno y otro bando, se reencuentran, en ambos casos cargando a sus espaldas las historias, sufrimientos y remordimientos de sus antepasados.

Ya he dicho que el libro me ha encantado, y también he dicho que me resultará muy difícil explicar el porqué, ya que ese porqué está basado principalmente en las emociones que provoca su lectura, y que no son, como uno podría esperar a priori, las que provocaría un libro que busca la lágrima fácil o repleto de sensiblería barata. Ni mucho menos. Creo que la principal virtud del libro está en cómo consigue meterte en la piel de sus personajes. Y en cómo consigue que puedas llegar a imaginar, aunque sea de lejos (porque creo que es inimaginable llegar a sentir lo que debió ser aquello en realidad) lo que pensaban, lo que sentían, las preguntas que se hacían, sus dudas, temores, anhelos y remordimientos.

Curiosamente, creo que para mí la parte más emotiva del libro está en su segunda mitad, justamente en aquella parte que transcurre fuera del gueto y tras el fin de la guerra. La historia del gueto es emocionante, cautivadora y muy dura, por sí sola ya constituye una gran novela; pero la historia posterior es tan cautivadora, psicológicamente, como todo lo anterior. Los remordimientos, tanto de víctimas como de verdugos, las preguntas que se hacen a sí mismos, “¿por qué hice aquello?”, “¿por qué no hice esto otro?”…. Apasionante y estremecedor, y creo que tremendamente realista. Víctimas que arrastraron toda su vida el trauma de lo que sufrieron y lo que vieron, e, incluso, el sentimiento de culpabilidad por sobrevivir, como tan dura y magníficamente reflejó Primo Levi en sus escritos (sentimiento de culpabilidad que llevó a muchos supervivientes al suicidio, años después); y alemanes que, sin duda en muchos casos, arrastraron toda la vida el peso de la culpabilidad, fuera ésta activa o pasiva.

El libro emociona, atrapa y conmueve, pero además instruye. La historia del gueto de Varsovia está reflejada con una fidelidad  enorme en todos los sentidos: la descripción de las calles, de los edificios, de la vida en el gueto… la gestación del alzamiento en armas… Incluso se introducen en la historia personajes históricos reales, como el líder de los guerrilleros o el director del orfanato, entre otros. Esta parte es, por sí sola, una notable novela histórica.

Aunque con mucho menor grado de detalle, también resulta destacable la descripción del gulag siberiano, los campos de trabajo soviéticos en los que murieron no sólo millones de prisioneros de guerra alemanes, sino también millares de ciudadanos rusos víctimas de la paranoia estalinista.

Pero no, no estamos sólo ante una buena novela histórica impregnada de reflexiones y sentimientos; a todo ello, hay que sumarle un poquito de “magia”, o de poesía, un elemento como de cuento: las marionetas. En el fondo, ellas son el hilo conductor de la historia. Como en un cuento, como en una fábula repleta de horror y sufrimiento, una marioneta va pasando de mano en mano desde la creación del gueto en 1940 hasta un hospital de Nueva York en 2009. Como un amuleto, como un objeto cargado de esperanza, la marioneta es testigo mudo de todo el horror que se extendió por Europa como consecuencia de la guerra. Y, convertidas en un recurso magistralmente empleado por la autora de la novela, las marionetas son casi un protagonista más, entrañable, a lo largo de toda esta historia.

Hay también elementos de cierta fantasía en la historia, pero que personalmente he tomado como una licencia poética que no estropea el resultado. Me refiero a situaciones poco creíbles, como el abrigo lleno de un laberinto de bolsillos en los que es posible guardar cualquier cosa sin que nadie sea capaz de descubrirlo… o la posibilidad de ocultar personas debajo de un abrigo delante de las narices de otros. Personalmente me lo he tomado como eso, como  parte de ese elemento “de cuento” que también tiene el libro, aunque entiendo que si alguien se los toma “en serio”, pueden quitarle mucha credibilidad a la historia.

Sé que alguno estaréis pensando en que todo esto huele un poco a ñoño, a impostado, a recursos hábilmente utilizados por el autor para provocar sentimentalismo en el lector. Sí, sé que algunos lo pensáis, porque yo mismo esperaba encontrarme algo así antes de empezarlo, tras leer la sinopsis y algún que otro comentario. Supongo que por eso era tan escéptico. Pero el libro me ha parecido mucho más serio que el simple producto sensiblero y de aspiraciones superventas de un autor hábil. No hay aquí sentimentalismo barato, en absoluto. Hasta he visto detalles de todo lo contrario; sutiles, a veces, pero que están ahí, detalles cuidados que, sumados unos a otros, son los que dan solidez al texto. Como el odio sutil que se desprende de toda la historia protagonizada por Mika; en ella, los alemanes no son tales: son “las ratas”. Con la mayor naturalidad del mundo, ésta es la forma de designarlos en esa parte de la historia. Una simple palabra capaz de transmitir más que muchos libros completos. Detalles como éste son, desde mi punto de vista, signos de inteligencia y buen hacer por parte de su autora (novel, por cierto; todo un descubrimiento al que habrá que seguir la pista). Claro que también puede ser que, pese a mi prevención, simplemente sea que he caído totalmente en la trampa de una autora habilidosa a la hora de jugar con los sentimientos del lector... En cualquier caso, me ha encantado, que es lo que importa.

Poco más puedo decir, y sin embargo siento como si no hubiera sido capaz de decir nada aún. Porque éste es uno de esos libros que hay que leer para poder entenderlos. Como ya he dicho, a pesar de haberlo empezado con mucho escepticismo, se ha convertido para mí en el libro que más me ha gustado de todo este año. Un gran libro, en todos los sentidos.


Nota personal: 9,5