12 de octubre de 2014

Cita de hoy

¿Miles de millones de dólares para intentar, sin éxito, alejar las drogas de la frontera más porosa del mundo? ¿Una décima parte del presupuesto antidrogas destinado a educación y tratamiento, nueve décimas partes de esos miles de millones a su erradicación? No hay dinero suficiente para ahondar en las raíces del problema de la droga. Más los miles de millones gastados en mantener encarcelados a los traficantes, con celdas tan masificadas que hay que adelantar la liberación de los asesinos. Sin olvidar que dos tercios de los delitos «no relacionados con las drogas» de Estados Unidos son cometidos por gente colocada con droga o alcohol. Y nuestras soluciones son las mismas no-soluciones inútiles de siempre: construir más cárceles, contratar más policías, gastar más y más miles de millones de dólares en no curar los síntomas, al tiempo que hacemos caso omiso de la enfermedad. La mayoría de la gente de mi profesión que quiere dejar las drogas no puede permitirse los programas de tratamiento, a menos que tenga una mutua privada, de la que carece la mayoría. Y hay una lista de espera de entre seis meses y dos años para conseguir una cama en un programa de tratamiento subvencionado. Estamos gastando casi dos mil millones de dólares envenenando cosechas de cocaína y, de paso, a los niños de aquí, mientras que en casa no hay dinero para ayudar a alguien que quiere dejar las drogas. Es una locura.

El poder del perro  Don Winslow

5 de octubre de 2014

[Libros] Sunset Park – Paul Auster (2010)

Sinopsis:
"Sunset Park" cuenta la historia de Miles Heller, un joven de veintiocho años, que hace ocho, rompió todos los vínculos que lo unían al mundo que había conocido hasta entonces. Abandonó la universidad, y dejó una breve nota de despedida para sus padres, se alejó de Nueva York y nadie volvió a saber nada de él. Su regreso es la vuelta al pasado y a sus secretos; a su padre, un magnífico editor; a su madre, una actriz despiadadamente cautivadora; y a su madrastra, una intelectual cuyo juicio no pudo aguantar. Pero es también el retorno al mundo, a la comunidad de Sunset Park y a sus camaradas okupas; a la vida, con todas sus penas y glorias

Crítica personal: La sencillez y complejidad de la vida actual
Segunda novela que leo de Paul Auster, tras la agradable “Brooklyn Follies”. De nuevo nos encontramos con un texto ambientado en la ciudad del autor, Nueva York, en el que de nuevo dicha ciudad aparece como marco en el que se mueven un puñado de personajes que son los que suponen la verdadera razón de ser del libro.

Me da miedo generalizar cuando estoy ante un escritor tan prolífico del cual sólo he leído dos obras, y más cuando, según leo por ahí, estos dos libros corresponden a una especie de “nueva etapa” en su producción, bastante diferente de su obra anterior. Pero en fin, basándome en lo que he leído, debo decir que Auster es un autor de personajes, más que de historias. Personajes bien construidos, cercanos al lector, complejos e interesantes, habitualmente con conflictos internos pero apegados al mundo real. Gente corriente, con la que podemos identificarnos fácilmente.

La historia, en el fondo es casi una excusa para presentarnos a estos personajes y su forma de enfrentarse al mundo que les (nos) ha tocado vivir. Porque Auster también es hábil en presentarnos la áspera realidad de la vida moderna, sin olvidar alguna que otra ácida crítica política y social.

Si todo esto lo combinamos con un buen manejo del teclado (antes se decía la pluma, pero eso es antediluviano…), con un estilo engañosamente sencillo y directo (digo engañosamente, porque no es fácil combinar al mismo tiempo sencillez y calidad al escribir, y Auster lo consigue), pues al final tenemos esto: un libro muy agradable de leer, con personajes que resultan cercanos y entrañables, y que te deja con un gran sabor de boca y ganas de seguir leyendo libros de este autor.

También por eso, si sois de los que necesitáis acción, tensión o misterio, y finales rotundos, mejor buscad otra cosa. Auster es el escritor de la vida real. Con toda su sencillez y complejidad combinadas. Pero eso es lo que hay. Desde luego, yo seguiré leyéndole.