30 de noviembre de 2012

[Libros] 22/11/63 - Stephen King (2011)


He leído muy poquito de Stephen King, algo curioso, siendo uno de los autores más prolíficos de nuestros tiempos. Y lo cierto es que no sé bien por qué: supongo que lo tenía catalogado como autor de novelas de terror, atractivas para adolescentes y poco más. Qué equivocado estaba…

Hasta este momento sólo llevo leídos tres libros suyos: El resplandor, que lo leí de adolescente y me encantó (llegué a pasar miedo de verdad, lo que no me ha pasado con ningún otro libro), La larga marcha, un relato corto excesivamente alargado que leí el año pasado y me decepcionó bastante… y éste, que me encantó. No será el último…

Sinopsis:
En Dallas, el 22 de noviembre 1963, el presidente Kennedy fue asesinado. Aquel día el mundo cambió. Si tú pudieras cambiar la historia, ¿lo harías?
El 22 de noviembre de1963 tres disparos resonaron en Dallas. Murió el presidente Kennedy, y el mundo cambió. ¿Qué harías tú si pudieras impedirlo?
En esta novela brillante, Stephen King acompaña al lector en un viaje maravilloso al pasado y en un intento de cambiar lo que pasó. Durante casi 900 páginas nos ofrece un impecable retrato social, político y cultural del final de los años 50 y principios de los 60; un mundo marcado por coches enormes, Elvis Presley y el humo de los cigarrillos que flota por todas partes.
Todo empieza con Jake Epping, profesor de inglés en el instituto de Lisbon Falls, Maine, que se gana un sueldo extra con clases nocturnas para adultos. Un día les pide a sus estudiantes que escriban sobre un acontecimiento que les haya cambiado la vida, y una de estas redacciones le impactará profundamente: la historia cruenta de una noche de hace cincuenta años cuando el padre de Harry Dunning volvió a casa para matar a su madre, hermano y hermana con un martillo.
Al leer esta redacción algo cambia en Jake; su vida, igual que aquel día en Dallas de 1963, cambia por completo en tan solo un instante. Poco después su amigo Al, propietario de un diner en su barrio, le descubre un secreto: en el almacén hay una puerta que conduce al pasado, a un día en particular del año 1958. Y Al le pide a Jake que le ayude con una misión que le obsesiona: impedir el asesinato de Kennedy.
Y así comienza la nueva vida de Jake como George Amberson, en un mundo muy diferente. En él, George se enamorará mientras sigue el rastro de Lee Harvey Oswald hacia un momento histórico que quizás ahora nunca se produzca.
Un viaje al pasado nunca ha sido tan creíble, ni tan terrorífico.

Crítica personal: Apasionante

Empecé este libro con curiosidad pero también con ciertas reservas. La sinopsis sonaba atractiva, y las críticas eran espléndidas, pero mi experiencia con el sr. King era agridulce: me encantó El resplandor cuando lo leí de joven, pero desde entonces mis gustos literarios seguramente habían cambiado mucho, y el otro que leí, un año atrás (La larga marcha) me había resultado ramplón. Así que no sabía bien a qué atenerme. Pero me apetecía una lectura ligera y pensé que era una buena ocasión para darle otra oportunidad a este escritor.

Nada más empezarlo, el libro me enganchó. Me gustaba su estilo, muy diferente a lo que esperaba encontrar: esperaba un texto simplón, sin profundidad, centrado en la acción o la tensión y poco más, el típico “best-seller” en su peor acepción de libro de usar y tirar, y sin embargo me encontré con un texto bastante cuidado, con una gran atención a los personajes, y que, sin necesidad de grandes aspavientos, atrapaba al lector. El protagonista me cayó bien enseguida, el texto resultaba ameno e interesante, y, sin necesidad de acción o tensión constantes, el caso es que no podía parar de leer. Lo dicho: el texto me enganchó desde el primer momento.

El meollo del libro se basa, como cuenta la sinopsis, en un viaje al pasado, y en los intentos de cambiar éste para así cambiar el futuro (o el presente). Un planteamiento atractivo, pero que, sin dejar de estar presente a lo largo de todo el libro, sin llegar a pasar a un segundo plano, comparte protagonismo con un relato de la vida en los años 50 y 60. Se aprovecha el choque de culturas que supone para el protagonista retroceder más de 50 años en el tiempo para describir de forma amena y brillante la América de aquella época. Las descripciones son estupendas, amenas y divertidas, y la atención a los sentimientos del protagonista le da vida a todo ello. La historia tiene un puntito de nostalgia entrañable, aunque sin caer en el tópico, y destacando también los defectos de la época, aquello que, afortunadamente, ha cambiado con el tiempo para bien.

El libro tiene un ritmo casi pausado, pero en cambio no pierde interés o amenidad. Mezclado con la vida cotidiana, son constantes los pequeños toques de intriga y tensión, que mantienen el interés por saber qué va a pasar y te impiden dejar la lectura.

Lo último que habría esperado encontrar en un libro como éste y de un autor como King (o del estereotipo que yo tenía en la mente del sr. King) era que incluyera una historia de amor que supone cerca de un 50% del libro. Y es que, como decía, la atención a los protagonistas, a sus sentimientos y su personalidad, es algo que me ha sorprendido muy gratamente, y el incluir una historia de amor a través del tiempo es algo que aporta a la vez humanidad e interés. Me ha gustado mucho.

Otra cosa que me ha llamado gratamente la atención ha sido lo profundamente que se ha documentado el autor para escribirlo; es algo que se nota al leerlo, y que se corrobora en unos comentarios del autor en el apéndice. Aunque en ocasiones llega a cansar un poquito el exceso de atención a la vida y milagros de Lee Harvey Oswald (quizás el único defecto del libro, aunque pequeño), es también una buena muestra del mucho estudio del tema que tiene el texto detrás.

En resumen, lo dicho: me ha encantado, mucho. Es un libro ameno, adictivo, con toques de emoción, intriga, ternura… un poco de todo. Y bien escrito. Ha sido una sorpresa de lo más agradable.

Nota personal: 9

[Libros] Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados – J.A. Labordeta (2009)


Sinopsis:
José Antonio Labordeta recuerda su época como diputado en el Congreso de los Diputados por la Chunta Aragonesista (séptima y octava legislaturas), ofrece semblanzas de los políticos (Aznar, Zapatero, Acebes, Rubalcaba.) y brinda su versión sobre temas como las controversias que se crearon en varias emisoras de radio (la COPE, la SER.), el "No a la Guerra" o la Comisión del 11-M.

Crítica personal: La vida política vivida por un ciudadano medio

Este libro tiene dos mitades muy distintas: la primera, genial e imprescindible. La segunda, aburrida y poco interesante. Aún así, sólo por la primera mitad merece mucho la pena. A esa me referiré principalmente a continuación:

Irónico, lleno de humor y tremendamente ácido, todo ello desde la más absoluta sinceridad, sin pelos en la lengua: así es este libro. Un libro que se lee de un tirón, y que debería ser la vergüenza de nuestros políticos... si la tuvieran. Con la tranquilidad que le da el no deberle nada a nadie y el no sentirse parte de esa clase política a la que perteneció durante un par de legislaturas, Labordeta habla sin pelos en la lengua del cinismo, la hipocresía y la inutilidad manifiesta de gran parte del "trabajo" que se desarrolla en el Congreso de los Diputados. Todo ello explicado con una sencillez de palabra que hace pasar al lector de la carcajada a la ira contenida. Un libro tremendamente ameno, lleno de anécdotas personales y de personajes muy conocidos por todos los españoles, y al mismo tiempo una ácida denuncia de la realidad de nuestro sistema político que debería leer todo el mundo.

En su segunda mitad, el libro ya pierde gran parte del humor, de la crítica y del interés en general, y deriva más hacia recuerdos personales con personajes poco conocidos, llegando a ser algo monótono a ratos. Pero siempre se puede dejar si se quiere llegado este momento. Porque el resto, verdaderamente merece la pena.

Nota personal: 7

25 de noviembre de 2012

[Libros] El juego de Ender – Orson Scott Card (1985)


Olvidaos de la sinopsis: si fuera por ella, nunca lo habría leído. De hecho, lo leí porque me lo recomendaron como una de las obras maestras de la ciencia-ficción, así que decidí ponerme con él por curiosidad, ya que es un género que me atrae bastante poco. Pero el resultado no pudo ser mejor: me pareció un libro magnífico, con un trasfondo sociológico muy interesante. El argumento casi es lo de menos; por eso digo que os olvidéis de la sinopsis, que es de las que quitan las ganas de abrir el libro.

Sinopsis:
La Tierra se ve amenazada por la especie extraterrestre de los insectores, seres que se comunican telepáticamente y que se consideran totalmente distintos de los humanos, a los que quieren destruir. Para vencerles, la humanidad necesita de un genio militar y por ello se permite el nacimiento de Ender Wiggin, tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limitado estrictamente a dos el número de descendientes.

Crítica personal: Magnífico

Impresionante. Me ha encantado. Me ha tenido enganchado de principio a fin. Y no soy, ni de lejos, fan del género.

El juego de Ender se considera un libro de ciencia ficción. Vale. Yo en principio no le hago ascos a ningún género, en parte porque tengo gustos bastante amplios, y sobre todo porque pienso que si un libro es realmente bueno, da igual del género que sea. Pero dicho esto, todos tenemos nuestras preferencias, y la verdad es que la ciencia ficción no es una de ellas.

Con estas premisas, empecé el juego de Ender con cierto recelo... y he pasado casi toda la semana que me ha durado su lectura anhelando el momento de volver a ponerme con él.

El juego de Ender no es gran literatura, ni creo que nadie espere eso de un libro de este estilo. Pero sí es de los que enganchan, y tiene una profundidad que ya quisieran muchos libros de géneros considerados "más serios". Manteniendo siempre la tensión, lo cierto es que el argumento del juego de Ender es casi psicología y sociología puras. ¿Que las reseñas hablan de una raza extraterrestre con aspecto insectoide que quiere invadir la Tierra y de la que hay que defenderse? Pura excusa. El libro apenas va de eso. Es eso, una simple excusa para hablar de muchas otras cosas.

El libro habla de la amistad, del liderazgo, de la soledad del líder, de la sociología de los grupos... Aunque no, no habla de eso, trata de eso. Es decir, no aburre con exposiciones, crea situaciones. Situaciones interesantes y tensas, que te mantienen atrapado en la lectura. Es genial.

Probablemente penséis que realmente no estoy diciendo mucho... Bien, es que prefiero no destripar nada. Yo llegué al libro casi a ciegas, y creo que es la mejor forma de hacerlo. Así, todo es una sorpresa. Una muy agradable sorpresa.

Pero sí diré una cosa: que cuando empecé a leerlo me recordaba muchísimo a Harry Potter. No lo he leído (aún), pero sí he visto alguna película (en concreto, la primera). Y el argumento parecía idéntico: un niño especial, con habilidades especiales, es llevado a una escuela muy especial para seguir desarrollando esas habilidades tan especiales, con el objetivo de defender al mundo "del mal". Y en esa escuela hay amistades y rivalidades, amigos y enemigos... y juegos en los que se enfrentan utilizando las habilidades aprendidas. Cuanto más leía, más convencido estaba de que la base argumental era la misma. ¿Era este libro un plagio de Harry Potter? Consulté fechas: no, se escribió bastante antes. ¿Sería al revés, se basó la Rowling en este libro para idear su multimillonario personaje? ¿O es que soy un paranoico de cuidado?

No lo pude evitar, veía demasiadas similitudes (en la idea básica, no en los detalles), así que recurrí a Google, a ver si alguien más pensaba como yo... y allí estaba, el propio autor del juego de Ender, Orson Scott Card, "acusando" suavemente a la Rowling de haberse "inspirado" en su libro para escribir Harry Potter. Bueno, me tranquilizó saber que no veía fantasmas donde no los había...

Dicho esto, los libros son muy diferentes. Ya digo que no he leído Harry Potter, y he oído habar muy bien de él, pero dudo que tenga la "profundidad sutil" de este libro. Y si la tiene... me voy al Potter de cabeza. Porque, repito: el juego de Ender me ha encantado. Lo recomiendo fervientemente.

Nota personal: 9

19 de noviembre de 2012

Por la sanidad pública



En el actual contexto de profunda crisis y drásticos recortes, todos los servicios sociales están siendo seriamente dañados, pero hay dos cuyo mantenimiento es crítico para nuestra sociedad: la enseñanza y la sanidad.

Hace 2-3 años, entre 2009 y 2010, la administración Obama se fijaba en la sanidad española como modelo a seguir. “En un país donde la sanidad se compra y se vende, un lugar inmenso en el que es posible morir por no poder pagar la cama de un hospital”, según decía El Mundo haciéndose eco de la noticia, la sanidad pública española aparecía como modelo a seguir por su universalidad, eficacia e incluso eficiencia económica.

Y ahora, sólo 2 años después, comienza el desmantelamiento de un sistema efectivo y eficiente, en el que se ha fijado la mayor potencia mundial, para comenzar un proceso de privatización que aspira a copiar justamente el sistema que allí se quiere cambiar. Un sistema que hace sólo dos años era destacado incluso por su eficiencia económica, ahora se dice que debe cambiarse “para su sostenibilidad”. Cambiar lo que funciona para copiar lo que no funciona es de gilipollas, pero decir que lo que hace 2 años era económicamente eficiente es ahora insostenible, es tomarnos por gilipollas a los demás. 

17 de noviembre de 2012

[Música] Músicas del mundo

¿Os acordáis, los que ya llevéis unas cuantas décadas por este mundo, de cuando éramos jóvenes y regalábamos a novi@s o amig@s íntim@s aquellas recopilaciones de nuestras canciones favoritas grabadas en una cinta de audio? ¿O cuando lo hacíamos para nosotros mismos?

El caso es que recientemente recordé viejos tiempos preparando una de esas recopilaciones. Tenía un montón de canciones sueltas que me gustaban, clásicos que había ido recopilando en diferentes momentos, según las iba recordando por oírlas aquí o allá… y las tenía por ahí desperdigadas sin ton ni son. Buceando en esa maraña, descubrí que muchas de ellas tenían en común el hecho de no tener nada en común… excepto una cosa: ser de procedencia e idiomas muy variados. Y decidí hacer un recopilatorio que llamé pomposamente “Músicas del mundo”.

Hoy quería compartir con vosotros esa recopilación, cuyo resultado me gustó bastante.

No se trata de que considere estas canciones las mejores representantes de cada país, ni mucho menos; como decía, simplemente eran canciones que tenía ya por una u otra razón, no están expresamente buscadas como representativas de nada. El resultado es un disco poco purista y muy adaptado al oído occidental (es decir, al mío, poco habituado a rarezas), lo cual seguro que escandalizará a los puristas de la música étnica. Pero en fin, a mí me gusta.

En cada canción indicaré el idioma, el país, título e intérprete, y algún comentario personal. Si os gusta, tomadlo como un regalo de un amigo, aunque no vaya en cinta de audio ;-)

1. Grandola Vila Morena – Zeca Afonso y Amalia Rodrigues.
Idioma/País: Portugués de Portugal.
Existen fados sin duda maravillosos, pero para un desconocedor de la música portuguesa, ésta es la primera canción que me viene siempre a la mente como representante del país vecino. Y además, es una canción con connotaciones muy especiales que la han convertido casi en un canto a la libertad…


2.The lion sleeps tonight – The Tokens.
Idioma/País: Inglés Americano para una canción de origen zulú.
Ésta es la versión más conocida, pero más adelante pondré otra mucho más “étnica”…



3. La Mamma – Charles Aznavour.
Idioma/País: Francés de Francia.
Probablemente podría haber elegido mejor una canción de Edith Piaf como representante de este otro vecino nuestro, pero había oído recientemente esta canción por la radio, me gustó, y quise meterla, aunque tenga toques casi más napolitanos que puramente franceses. Para colmo, está interpretada por un cantante de origen armenio... Ya digo que esta recopilación no es nada objetiva, aunque por otro lado, ¿qué mejor mezcla para un disco de “músicas del mundo”?
Por cierto, que cuando buscaba esta canción por internet hice un descubrimiento que también incluí en la recopilación (luego vendrá…)


4. Deewangi Deewangi – No sé quién la interpreta ni me importa.
Idioma/País: Hindi e inglés, de la India.
Se trata de la canción principal de la BSO de Om Shanti Om, una película bollywoodiense que os recomiendo fervientemente si queréis pasar un rato divertido y muy, muy animado (aunque hay que verla con una “mente abierta” y espíritu festivo): se trata de una especie de autoparodia de los musicales de Bollywood... aunque no deja de caer en los mismos tópicos que ridiculiza. Geniales los créditos finales en los que todo el equipo de la película va saliendo, uno tras otro, bailando al ritmo de esta canción. Os dejos dos versiones: la primera, ideal para ver por youtube pero algo larga para simplemente escuchar (es el original de la peli); la canción más escuchable (sin tanto remix), pero más sosa visualmente, la tenéis a continuación.


La película la podéis encontrar subtitulada por internet. Os la recomiendo para convertir una aburrida tarde lluviosa de domingo en un desmadre cómico-disco-palomitero. Yo me lo pasé pipa.

5. Comme d’habitude – Claude Françoise.
Idioma/País: Francés de Francia, again.
Esta canción cayó como curiosidad, al descubrirla como el verdadero origen del famoso “My way” de Sinatra, aunque con una letra completamente diferente (tanto en contenido como en espíritu…)


6. Mbeugel – Daby Balde.
Idioma/País: Fula, Senegal (el idioma es la lengua de una tribu senegalesa).
Un tipo curioso este Daby Balde, con una música que mezcla los ritmos étnicos con el jazz, el blues, y otros. Habrá más ejemplos.


7. Baba Yetu – Composición de Christopher Tin, interpretada por el coro Gospel de Soweto.
Idioma/País: Swahili. País difícil de definir (el swahili es un idioma sudafricano, pero Christopher Tin es un norteamericano de origen chino).
Alucinante, me encanta esta mezcla de coros en swahili con orquesta sinfónica… ¿Su origen? Pues nada menos que la banda sonora de un videojuego, Civilization IV… Increíble… Ah, y la última curiosidad: la letra. ¿Qué dice? El padrenuestro...



8. Aquarela – Toquinho.
Idioma/País: Portugués “do Brasil”.

Sí, ya, esta canción no es la mejor representante de la música brasileira… pero siempre me gustó y en cambio no la tenía por ningún lado… Por cierto, la letra en portugués, aunque parecida a la de la versión en castellano, no tiene nada que ver. Especialmente ese final agridulce, que me resulta muy curioso.



9. Waltzing Mathilda – Countdown Kids.
Idioma/País: Inglés de Australia.
De las decenas de versiones existentes de esta famosa canción, que se ha convertido en el himno nacional no oficial de Australia, ésta me pareció la más curiosa (y fue la banda sonora de un anuncio de TV no hace mucho tiempo…)


10. Nine to five – Dolly Parton.
Idioma/País: Inglés de los USA.
Como música americana había muchos candidatos posibles, pero el country parece una buena representación de la “América profunda” (bueno… o al menos de la América blanca…). Esto no es country puro en absoluto, pero es muy animada, la recordé al oírla por la radio un día, y la pillé.



11. Mbadi – Daby Balde.

Idioma/País: Más fula senegalés de este cantautor de Dakar.


12. La riva bianca, la riva nera – Iva Zanicchi.
Idioma/País: Italiano, Italia.
Una bonita canción que es todo un alegato antibelicista. La letra de la versión española respeta de forma muy aproximada el original, pero es más chulo escucharla en su lengua nativa.


13. Imagine – Khaled y Noa.
Idioma/País: Inglés, hebreo y árabe; Argelia e Israel.
Una curiosa versión del clásico de John Lennon con letra y ritmos árabes, interpretada por el cantante árabe más famoso en occidente (Khaled), acompañado en hebreo por la israelita Noa (también la más famosa por estos lares). Mola.


14. Waino blues – Daby Balde.
Idioma/País: Fula, Senegal.
Que sí, que ya, que es la última de este senegalés, vale. Pero suena bien, ¿no?


15. And the band played Waltzing Mathilda – The Clancy Brothers & Tommy Makem.
Idioma/País: Inglés de Irlanda, aunque el original de la canción es australiano.
Buscando el famoso Waltzing Mathilda di con esta maravilla: otro crudo y amargo alegato antibelicista que merece la pena escuchar con atención; la letra a mí me pone la carne de gallina. Este irlandés vocaliza muy clarito, pero podéis encontrar la letra fácilmente en Google, y luego hacer un poco de uso de la wikipedia para recordar la matanza de Gallipoli, en la Primera Guerra Mundial; lo malo es que sólo merece la pena el artículo de la wikipedia en inglés, en español es poco más que una reseña apresurada.

Dejo dos versiones de la canción: la primera me gusta más, pero la segunda incluye la letra subtitulada (en inglés) y las imágenes son muy apropiadas.



Os dejo  algunos versos escalofriantes traducidos al castellano (aunque toda traducción pierde fuerza):

(…)
Qué bien recuerdo aquel terrible día
en que nuestra sangre teñía el agua y la arena.
Y cómo en aquel infierno llamado Suvla Bay
nos masacraron como ovejas en el matadero.
(..)
… paramos para enterrar a nuestros muertos.
Nosotros enterramos a los nuestros, los turcos enterraron a los suyos,
 y luego todo volvió a empezar de nuevo
(…)
Los que quedamos, intentamos sobrevivir
en aquel mundo de locura, de sangre, muerte y fuego.
Y durante diez penosas semanas me mantuve con vida
mientras a mi alrededor se apilaban los cadáveres cada vez a mayor altura
(…)
Y cuando desperté en mi cama de hospital
y vi lo que [el obús] había hecho, deseé haber muerto.
Nunca imaginé que había cosas peores que morir.
(…)
(…) orgullosos desfilan mis viejos camaradas
(…) y los jóvenes preguntan por qué están marchando
y yo me hago la misma pregunta
(…)
Y la banda tocaba Waltzing Mathilda…

16. Polyushka Polye – Coros del Ejército Rojo.
Idioma/País: Ruso, Rusia.
Buscaba alguna canción tradicional rusa y cayó ésta porque fue la primera que encontré, pero tenía otras candidatas muy interesantes…


17. Reservista Purahei – Rolando Chaparro.
Idioma/País: Instrumental, Paraguay.
Es una excepción en este disco, único tema instrumental, y por tanto desentona un poco con el resto… pero lo descubrí al buscar “la mamma” de Aznavour. Escuchad este tema paraguayo… ¿no os suena? Pues sí, Aznavour tuvo que indemnizar a Rolando Chaparro por plagio (o inspiración inconsciente, según dijo él…). Preciosa música, aunque busqué más de Chaparro y no me convenció; ¿mala suerte en mi búsqueda, o es que ésta canción fue una joyita que no se repitió en su carrera? No sé…


18. Mbube – Miriam Makeba.
Idioma/País: Zulú, Sudáfrica.
Escuchadlo: ¿os suena? ¿No? Escuchad un poco más atentamente… ¿Algún leve rastro de algo conocido…? Pues sí, esto es un casi irreconocible “The lion sleeps tonight”, en una versión que tampoco es la original, pero se le acerca algo más que el superoccidentalizado éxito de los Tokens que escuchamos al comienzo de esta recopilación… Por cierto, mbube es león en lengua zulú…


19. Dard-e-disco - No sé quién la interpreta ni me importa.
Idioma/País: Hindi e inglés, India.
Música india discotequera sacada también de la BSO de Om Shanti Om. Marcha bollywoodiense para terminar la recopilación (y con un vídeo para el disfrute de las féminas)


Se me quedaron unas cuantas en el tintero, que quizás dentro de un tiempo pueden dar para una segunda recopilación. Y se aceptan sugerencias de “músicas del mundo” que suenen bien a oídos poco habituados a lo muy étnico. 








15 de noviembre de 2012

[Libros] ¿Está usted de broma, Sr. Feynman? / ¿Qué te importa lo que piensen los demás? – Richard P. Feynman (1994)

Incluyo en una misma entrada los dos libros, ya que son como dos partes de un todo. Aunque las reseñas irán separadas.


¿Está usted de broma, Sr. Feynman? – Richard P. Feynman (1987)

Por fin pude leer este libro. Andaba detrás de él desde hace años, pero no conseguía encontrarlo fácilmente; vale, tampoco puse un empeño desmedido… pero no lo encontraba en las bibliotecas próximas, y tampoco mi interés era tan exagerado como para encargarlo en una librería, era más bien curiosidad. El caso es que finalmente, y gracias al auge del libro electrónico, cayó en mis manos primeramente la versión inglesa y me lo leí. ¡Me encantó! Meses después encontré la versión en castellano, en la que pierde bastante (la traducción es algo penosa), de modo que os recomiendo que, si os defendéis aceptablemente con el inglés, leáis el original. Merece la pena.

Sinopsis:
Richard P. Feynman es uno de los físicos teóricos más brillantes del siglo XX, especialista en electromecánica cuántica. Este libro es una biografía sui generis, donde cuenta cosas de su infancia cuando reparaba radios pensando, de su experiencia en Los Álamos trabajando en el proyecto Manhattan, la creación de la bomba atómica e intentaba reventar las cajas fuertes de sus compañeros, de su experiencia como percusionista en una escuela de samba brasileña, de sus encuentros con físicos como Einstein, Von Neumann y Pauli, con apostadores profesionales de Las Vegas como Nick el Griego y con algunas chicas de club de alterne, entre otros. Feynman es quizá el único caso de persona que fue declarado deficiente mental por el ejército norteamericano y ganó luego el Premio Nobel de Física en 1965.

Crítica personal: Aventuras de un bromista genial

Mucha gente sé que ni se acercará a este libro porque le sonará a “ladrillo” de divulgación científica. Pues diré que los que piensan así no pueden estar más equivocados: aunque a ratos menciona la física, que fue la gran pasión de su vida y como tal se muestra en el libro, no es en absoluto un libro sobre física, ni de divulgación científica, ni nada así.

Se trata de lo que podríamos definir como una colección de anécdotas, aunque el propio subtítulo del libro define perfectamente su contenido: "Aventuras de un personaje curioso". Curioso, sí, y mucho, un tipo "raro" pero envidiable, que disfrutó la vida haciendo mil cosas. Alguien que probablemente era un genio, porque si no, no entiendo que pudiera llegar a ganar un Nobel en física a la vez que aprendía a pintar, a tocar la “frigideira” en una “escola do samba” brasileña (tocando por las calles con chicos de las favelas, vestido con harapos, y llegando a desfilar en carnaval), a disfrutar (y ligar) en Las Vegas, a frecuentar bares de topless, a hacerse un experto destripador de candados y cajas fuertes... Y a la vez no sólo desarrollaba su especialidad (física teórica) hasta llegar a conseguir un Nobel (que por cierto quiso rechazar), sino que llegó a interesarse con bastante profundidad por temas tan dispares como biología, filosofía... Alucinante.

La verdad es que esta colección de anécdotas de la vida de este hombre merece la pena leerse. Con ellas pasaremos del asombro a un asombro aún mayor, sin dejar casi nunca de sonreír. Un tipo brillante, ingenioso, bromista a más no poder, sin pelos en la lengua y alejado de cualquier convencionalismo, así era Feynman y así se muestra en este libro. Una obra para pasar un rato ameno conociendo la verdadera y sorprendente personalidad de un gran científico.

Nota personal: 8


¿Qué te importa lo que piensen los demás? – Richard P. Feynman (1990)

Sinopsis:
¿QUÉ TE IMPORTA LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS? es una transcripción de las conversaciones que el genial físico mantuviera con Ralph Leighton. Las divertidísimas anécdotas que ponen de manifiesto el sentido del humor de Feynman, se completan con un fascinante relato de la investigación que siguió a la explosión del transbordador espacial Challenger en 1986 y cómo Feynman ilustró las causas del desastre mediante un elegante experimento consistente en algo tan sencillo como sumergir un anillo de goma en un vaso de agua fría. El libro, junto con ¿ESTA USTED DE BROMA, SR. FEYNMAN?, constituye el mejor ejemplo de cómo los genios de la ciencia pueden ser sumamente atractivos y divertidos.

Crítica: Contenido aceptable, edición impresentable

Que lo que más destaque de un libro sea su edición, ya es mala cosa. Si además destaca para mal, qué decir...

Sobre la traducción y revisión del texto, decir que es una verdadera chapuza es poco. El traductor es absolutamente pésimo, no ya en la terminología más técnica y científica (que hay muy poca), sino en general: una traducción excesivamente literal que da lugar a frases "artificiales", cuando no llena de errores de aprendiz de inglés de primer año (¿cómo se puede traducir un "you're welcome" -de nada- como respuesta a un "gracias" por "bienvenida seas"? No es más que un ejemplo...). Pero aparte de la penosa traducción, la edición muestra la mera carencia de una revisión decente del texto, que tiene claras erratas aquí y allá. La edición es una verdadera porquería, por no decir algo peor...

Sobre el contenido, que al fin y al cabo es lo que importa (aunque lo otro molesta, y mucho):

En mi opinión, este libro es claramente inferior al primero ("¿Está usted de broma, Sr. Feynman?"). Diría más, apostaría a que se trata de un refrito preparado con material de desecho del primero, para explotar con un segundo volumen el relativo éxito de ventas de aquél. El resultado es el que se puede esperar de algo así: de cierto interés para quienes hayan disfrutado del primero, pero poco más. De hecho, creo que si no se ha conocido el carácter y forma de ser de Feynman leyendo el primer libro, la lectura directa de éste quedaría bastante "coja". Vamos, que recomendaría fervientemente no leer este libro sin haber leído antes el otro, o decepcionará. Habiendo leído el otro no llega a decepcionar... pero tampoco es para tirar cohetes. Normalito.

Personalmente, lo que más me ha gustado es la segunda parte, la que relata la participación de Feynman en la comisión de investigación del accidente del Challenger. Pero supongo que me ha gustado especialmente por razones personales: se trata de algo en lo que profundicé mucho cuando me documentaba para mi tercer libro (Houston, tenemos un problema), conociendo en detalle toda la investigación de la comisión (me empollé el informe de cabo a rabo, con sus tropecientas páginas), por lo cual lo que cuenta Feynman en esta segunda parte me resulta muy familiar, pero al mismo tiempo aporta un punto de vista nuevo que no aparecía en el informe: el de "la parte de atrás", los entresijos de la investigación, los obstáculos que se encontraron en ocasiones los miembros de la misma para realizar su trabajo, o los detalles de cómo el propio Feynman (el miembro más activo de la comisión) sonsacó algunos de los hechos que serían claves en el informe final. Por todo ello, me ha resultado muy interesante, pero claro, es algo personal...

El libro se complementa (otra vez, diría que para rellenar y justificar el nuevo libro) con el famoso "Apéndice F" al informe de la comisión investigadora, una especie de "notas personales" del propio Feynman al informe. El apéndice no sólo se convertiría en la parte más famosa del informe de la comisión, sino que personalmente lo considero de un gran interés, por sus ejemplos y sentido común, para todos los que trabajamos en áreas técnicas que tengan un compromiso con la seguridad. Personalmente, el apéndice F siempre me ha parecido una joyita. Ahora bien, introducirlo sin más en un libro de divulgación para el público general no me parece del todo apropiado; aunque su comprensión es sencilla (hay una "filosofía técnica" realmente profunda, pero fácilmente entendible), requiere una "puesta en escena", una introducción a algunos términos, o al menos una serie de notas al pie aclaratorias, para no resultar un galimatías para el lector medio. Y nada de eso hay en este libro, donde se mete el apéndice F "a pelo", sin más.

Eso ya sería, como digo, un obstáculo para su comprensión para quien no conozca la jerga no sólo técnica, sino del mundillo aeroespacial... Pero si a esto le sumamos una traducción absolutamente lamentable, especialmente en esta parte (debido precisamente al contenido técnico, que el traductor claramente desconoce absolutamente y por tanto tergiversa al traducir), el resultado es que el apéndice F introducido en este libro es prácticamente ininteligible para cualquiera. Os lo aseguro: he leído ese apéndice (el original, quiero decir) quizás más de diez veces; algunos párrafos casi me los sé de memoria; y sin embargo, leyendo esta versión muchos fragmentos me sonaban a chino. Absolutamente penoso.

Resumiendo (tras el rollo anterior, esto suena a chufla): ¿recomendaría este libro? Si has leído el primero y te ha gustado, sí. Si, como yo, has caído cautivado por la personalidad de este curioso personaje que fue Richard Feynman, sí; a pesar de todo lo anterior, seguramente disfrutarás de este libro; no tanto como del anterior, pero lo suficiente como para justificar su lectura. Si por el contrario no entras en esta categoría... casi mejor déjalo pasar.

Nota personal: 5



[Libros] La puerta – Magda Szabó (1987)


La primera vez que oí hablar de esta autora húngara fue hace un año, en la radio, mientras iba en el coche al trabajo, en el aniversario de su muerte, o algo así. Y lo que contaron de ella me atrajo mucho, animándome a leer alguna de sus obras. Tiene muy pocas publicadas en español (sólo cuatro), pero si todas son como ésta, entiendo que se la considere una de las mejores novelistas europeas del siglo XX.

Sinopsis:
Una historia en homenaje a la amistad, de una calidad humana extraordinaria. Retrato de la extraña y larga relación entre una escritora, -la propia Magda Szabó- y su sirvienta -Emerenc Szeredas- durante veinte años. Magda, una intelectual que vive alejada de la realidad, pertenece a la burguesía húngara. Emerenc ha vivido en la miseria y conoce los quebrantos y las amarguras que ha sufrido el pueblo tanto en la época de los nazis como en la de los comunistas. Las dos mujeres viven y han vivido dos vidas que chocan y se atraen. Su relación es tensa y, sin embargo, no pueden vivir la una sin la otra.

Crítica: Un gran libro de una gran escritora casi desconocida en España

No conocía a esta autora, pero con este primer libro suyo que leo, me ha hechizado: ¡quiero más!

La puerta es una novela de esas que podríamos llamar “intimista”, de esas que hablan sobre la vida de las personas… Pero no sólo es que las personas que protagonizan esta novela (sobre todo una de ellas) sea alguien extremadamente especial, con una personalidad y una historia sorprendentes, sino que además la novela está magníficamente escrita. Desde luego, esta Szabó sabe escribir, y ha conseguido engancharme desde las primeras páginas.

En “la puerta”, la escritora nos narra su relación autobiográfica (novelada) con la que fuera su asistenta durante 20 años, Emerenc. Sí, ya sé que suena “extremadamente apasionante”, confieso que aunque tenía curiosidad por descubrir a esta autora, ese argumento me echaba un poco para atrás… Pero no os dejéis llevar por los prejuicios: el texto narra la relación entre dos personalidades casi rotundamente opuestas, una relación de amor-odio entre dos personas a lo largo de los años, en la que iremos descubriendo el asombroso y durísimo pasado de Emerenc, salpicado con anécdotas llenas de ternura y otras que nos harán soltar la carcajada (a mí me ha pasado en un par de ocasiones, y no suelo llegar a reír leyendo un libro). Por otra parte, el libro huye siempre de la lágrima fácil, lo cual es de agradecer, pues hubiera sido muy sencillo en muchas ocasiones a lo largo del texto, y siempre es un recurso sencillo para "enganchar" al lector; personalmente, ni siquiera me he acercado "a la lagrimita" en ningún momento, pero no por eso el libro ha dejado de "llegarme".

Emerenc tiene una personalidad absolutamente fuera de lo común: a primera vista, una vieja odiosa e insoportable, que mantiene su casa cerrada a cal y canto frente a cualquier extraño (y extraños son todos para ella), que hace su santa voluntad allí por donde pasa, y que no se muerde la lengua para criticar ácidamente el comportamiento de los demás cuando no coincide con su forma de ver la vida. Pero al mismo tiempo, es una persona con una humanidad casi oculta, que en el libro vamos descubriendo poco a poco, salpicada de estallidos de cólera y actitudes que harían que pocos quisieran acercarse a ella. Sin embargo, Emerenc es una persona querida en todo el barrio, es el alma de este barrio de Budapest… y Magda Szabó termina convirtiéndose en la única persona con la que llega a intimar… a su modo.

El libro es el retrato de una amistad entre dos personas opuestas: una escritora ilustrada y procedente de la alta burguesía húngara, que nunca ha realizado un trabajo manual y se dedica por entero a la literatura, y una mujer procedente del campo que ha sufrido lo indecible, que ha vivido horrores inenarrables a lo largo de varias guerras y postguerras, y que no ha hecho en su vida otra cosa que trabajar hasta deslomarse. El choque entre ambas es inevitable… pero al mismo tiempo, la comprensión surge del fondo de sus corazones (vaya, qué cursi me ha quedado esto…).

En fin, que es un libro que realmente merece la pena.

Nota personal: 9

[Música] Romance de Curro “el Palmo”

El otro día oí en la radio esta canción de Joan Manuel Serrat versionada por Antonio Vega. Desde luego, me quedo con el original, pero bueno, el caso es que gracias a esta nueva versión he rememorado esta canción después de muchos años sin oírla. Siempre me ha encantado por su letra, aunque la música y la voz de Serrat supongo que también añaden mucho al hecho de que me gustase tanto; y dado que este blog es un “cajón de sastre” (¿o “desastre”?) , he pensado en traerla aquí para quien no la conozca.

Tuve una época en la que me encantaba Serrat. Supongo que fue en la época típica para gustos así, entre los 18 y veintitantos años, aunque también coincidió con un “renacer” de la fama de este cantautor. Llevado por ese entusiasmo hacia este “clásico” recién descubierto para mí, en aquella época no solo descubrí al Serrat de entonces, sino al de sus inicios: diferente incluso en la voz, pero igualmente bueno. Fue quizás mi cantante favorito durante bastantes años (aunque tenía también otros, y de estilos muy distintos, pero Serrat era especial).

Luego, supongo que yo crecí… y Serrat también. Me decepcionó mucho en años posteriores, cuando cantaba ya sin voz, abusando de los “gorgoritos” hasta el hastío y perdida mucha de la anterior frescura tanto en las letras como en las melodías. En algún momento me “aparté” de Serrat definitivamente. Y la verdad es que hace ya muchos años que no suelo escucharlo. Pero sus grandes canciones siguen siendo grandes, e intemporales. Y para mí, ésta es una de ellas, aunque no esté entre las más conocidas.

Con todos ustedes, el Romance de Curro “el Palmo”


La vida y la muerte
“bordás” en la boca
tenía Merceditas
la del guardarropa.
La del guardarropa
del tablao del "Lacio",
un falso gitano
ex-bufón de palacio.

Alcahuete noble
que al oír los tiros
recogió sus capas
y se pegó el piro.
Se acabó el jaleo
y el racionamiento
le llenó el bolsillo
y montó este invento,
en donde "El Palmo"
canta llorando...

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Mil veces le pide...
y mil veces que "nones"
de compartir sueños,
catre y macarrones.
Le dice burlona:
"Carita gitana,
¿cómo hacer buen vino
de una cepa enana?".

Y Curro se muerde
los labios y calla,
pues no hizo la mili
por no dar la talla.
Y quien calla, otorga,
como dice el dicho,
y Curro se muere
por ese mal bicho.

¡Ay! quién fuese abrigo
pa' andar contigo...

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Buscando el olvido
se dio a la bebida,
al mus, a las quinielas...
Y en horas perdidas
se leyó enterito
a Don Marcial Lafuente,
por no ir tras su paso
como un penitente.

Y una noche, mientras
palmeaba farrucas,
se escapó Mercedes
con un "curapupas"
de clínica propia
y Rolls de contrabando…
Y entre palma y palma,
Curro fue palmando.

Entre cantares
por soleares.

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.

Quizá fue la pena
o falta de hierro...
El caso es que un día
nos tocó ir de entierro.
Pésames y flores
y una lagrimita
que dejó ir la Patro
al cerrar la cajita.

A mano derecha
según se va al cielo,
veréis un tablao
que montó Frascuelo,
en donde cada noche
pa' las buenas almas
el Currito "El Palmo"
sigue dando palmas.

Y canta sus males
por "celestiales".

Ay, mi amor,
sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha.


8 de noviembre de 2012

Cita de hoy


Alguien tomó prestado el mío, y no me lo ha devuelto. ¿Por qué será que personas a las que jamás se les pasaría por la imaginación robar nada encuentran perfectamente lícito robar libros?

84, Charing Cross Road - Helene Hanff

7 de noviembre de 2012

El coñazo del independentismo


El tema me aburre un poco, principalmente por lo extremo de las posiciones. Tiene su lógica, es un tema más visceral que racional, las pasiones afloran fácilmente y los extremismos están a la orden del día. Pero todo eso me hastía. Me parece que se dicen tantas chorradas por una y otra parte que ni me apetece hablar de ello. Aunque supongo que está tan de moda que al final no puedo escaparme a decir algo…

Es difícil concretar lo que pienso sobre el tema, aunque lo intentaré. Primero, decir que los nacionalismos hoy en día me parecen absurdos y retrógrados, en muchos sentidos. No pretendo entrar en debate sobre ello (tampoco tiene sentido… volvemos a la visceralidad del tema y la escasa capacidad de raciocinio de unos y otros cuando les tocan supuestos temas “intocables”, que nunca he entendido por qué les excitan tanto; hablo tanto de los unos como de los otros, por supuesto). Pero parto de la idea de que, más allá de la lógica defensa de la propia identidad (un término algo vago también), el nacionalismo no tiene sentido en un mundo cada vez más globalizado; además de ser un concepto claramente insolidario y hasta racista (ya, ya sé que decir esto causa sarpullido, pero así lo creo), ya que implícito en todo nacionalismo, sea del tipo que sea, siempre hay un sentimiento de quererse diferenciar porque, en el fondo, se considera que lo propio vale más, es superior, de algún modo, a lo ajeno. Puede ser un sentimiento muy humano, no digo que no, pero desde luego es insolidario e impregnado de un desagradable tufillo a “orgullo de raza” (suavícese como se desee, pero algo de eso hay).

Una vez dicho esto… pues, por supuesto, hay que respetar el derecho a decidir. Eso lo tengo claro.

Pero lo que también tengo muy claro es que todo esto es una oportunista cortina de humo. En una de las comunidades con más déficit, una de las primeras en aplicar severos recortes sociales e imponer subidas de impuestos directas o indirectas (como el copago, o mejor dicho, repago sanitario), uno de los lugares donde lógicamente más descontento tenía que haber por todas estas razones… ahora sólo se habla de independencia y se ha olvidado todo lo demás. Y además, en vísperas de elecciones, cuando el partido que ha liderado todos esos recortes es el mismo que ahora abandera ese sentimiento independentista que ha conseguido eclipsarlo todo. Qué oportuno.

Se aprovecha, además, ese mismo profundo descontento social provocado por la crisis para volverlo en contra de “esa España” que es la causa de todos los problemas, la que “les quita ese dinero que es suyo”, identificándola como la causa directa de esa situación que viven sus ciudadanos.

Tampoco entraré al trapo, entre tantas cifras y declaraciones manipuladas por unos y por otros. Está claro que Cataluña es una de las regiones ricas de España, y como tal, en un estado solidario, es lógico que aporte al gobierno central más de lo que recibe, precisamente para permitir esa solidaridad, con una redistribución de la riqueza en la que las regiones más pobres puedan recibir más de lo que generan, en aras de una progresiva mayor igualdad. Lo mismo ocurre en la Unión Europea, y de ello nos hemos beneficiado en nuestro país (todo él) durante muchos años, recibiendo más de lo que aportábamos en nuestra condición de país económicamente por debajo de la media comunitaria. Esa es la esencia de la solidaridad. Cataluña no es la única región española en esa situación, en la que también están otras regiones “ricas”, como pueda ser la misma comunidad de Madrid. Pero claro, la solidaridad empieza a escocer en situaciones de crisis, y es un sentimiento lógico, que se está aprovechando con fuerza (no sólo ahora, es algo que viene de antiguo, y parte de la esencia de todo nacionalismo, que, por definición, es insolidario).

Cuando se señala ese tema, uno suele escuchar a menudo comentarios que apestan (así, claramente). Básicamente, en la línea de que se está subvencionando con el trabajo de unos la afición a la vagancia de otros, y cosas así. Vaya, curioso, creo que lo mismo dicen algunos en Alemania sobre España cuando se habla de la solidaridad europea, y entonces nos escuece, ¿eh? Claro, porque ahí nos toca recibir. Cuando es a nosotros a los que nos toca apoquinar para otros aún más pobres, entonces ya no se ve la cosa igual… Hay que joderse…

Me encanta Cataluña. Es una de mis regiones de España favoritas, junto con Andalucía. Soy asiduo de sus playas (Gerona-norte, sobre todo zona de Empuries-L’Escala) y sus Pirineos (Lérida, zona de Aigües Tortes); enamorado de sus vinos (Penedés, Priorato) y su gastronomía (aún tengo en el congelador algunas exquisitas butifarras “de pagés” traídas este verano; nada que ver con las grasientas basuras que venden en Madrid bajo ese nombre; y lástima que la longaniza –también de payés- se me terminara hace ya mucho…); y enamorado también de su capital, Barcelona, una ciudad con sus inconvenientes, como toda gran ciudad, pero apasionante y preciosa. Me encanta Cataluña, por muchas razones, igual que me encantan otras regiones de España y también otras fuera de ella. Y la verdad es que me resbala bastante lo que al final salga de todo esto, porque para mí va a seguir siendo igual: seguiré pateándome esas montañas de cuento salpicadas de lagos, seguiré bañándome en esas calas sin masificar en las que luego puedes tumbarte a la sombra de un pino, y seguiré disfrutando de sus embutidos y carnes a la brasa con un buen vino de la tierra (si no siguen subiéndose a la parra con los precios, como está ocurriendo últimamente…). Sus gentes seguirán siendo las mismas, y seguiré entendiéndolas aunque me hablen en catalán, un idioma que, idioteces aparte, me gusta mucho (sí, hay idiomas que me gustan porque sí, y el catalán es uno de ellos; me ocurre también con el alemán y el ruso, por ejemplo) y que entiendo perfectamente, aunque no sea tan estúpido como para “hablarlo en la intimidad” (salvo que se considere eso enseñar a mi hija trabalenguas en catalán, como el de “setze jutges d’un jutjat mengen fetge d’un penjat”). Sí, pase lo que pase, yo seguiré disfrutando de Cataluña igual que lo hago ahora, e igual que disfruto, por ejemplo, de Roma (otro lugar encantador para mí) aunque tenga otra bandera y otro gobierno (cosas que, de hecho, también tiene ya Cataluña… si la verdad es que le veo tan poco sentido a todo esto…).

Por todo ello, la verdad es que todo este jaleo me la repampinfla bastante, porque, en el fondo, mi vida no va a cambiar… y tampoco creo que en el fondo cambie apreciablemente, ni para bien ni para mal, la de los propios catalanes, pase lo que pase, por mucho que unos amenacen con el infierno y otros con el paraíso (pamplinas en ambos casos). Pero me apena y, sobre todo, me jode que se utilice todo esto para manipular a la gente por parte de los mismos de siempre. Tanto unos como otros.