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27 de diciembre de 2014

[Libros] El señor Ibrahim y las flores del Corán – Eric Emmanuel Schmitt (2004)

Últimamente leo muchos libros sin saber por qué. Me explico: se trata de libros sobre los que leo alguna crítica positiva en algún sitio, que me da indicios de que el libro tiene buena pinta, que me podría gustar. Entonces, me lo apunto en la “cartera de pendientes”. Lo que pasa es que, generalmente, cuando rebusco “en la cartera” en busca de mi próxima lectura, en muchos casos ya ni me acuerdo de qué va el libro ni por qué está allí. Y a veces acierto, y a veces no. Y en otras ocasiones, ni fú ni fá. En esta ocasión ha sido más bien un caso de estos últimos.

Sinopsis:
Moisés es un niño judío que vive en Paris con su padre. El Serñor Ibrahim, un anciano árabe, regenta una tienda de ultramarinos en la misma Calle Azul en la que vive Moisés, y será allí donde éste empezará a comprender la vida adulta y dejará atrás su infancia. Con un padre permanentemente afligido por el abandono de su esposa, preocupado constantemente por su trabajo y por sus libros de leyes, Moisés acepta casi sin darse cuenta la amistad incondicional que le brinda el Señor Ibrahim. En su tienda hablarán sobre los sucesos cotidianos y sobre las cosas de la vida. Una amistad pausada, sin exigencias, forjada en el entendimiento mutuo y en un cariño que despierta sin ruido, sin avisar.
El Señor Ibrahim y las flores del Corán es un libro breve pero muy intenso, cuenta con apenas 60 páginas que su autor ha llenado de emociones y sentimientos. Sin duda, una joya que no debe pasar de largo.

Crítica: Un relatillo corto del tipo “tó er mundo é güeno”
Algunos libros, lo mejor que tienen es que son tan cortos, que por mucho que puedan defraudarte nunca tendrás la sensación de haber perdido el tiempo. Eso me ha pasado con este librillo que se lee en un par de horas, aunque me consta que mucha gente lo ha disfrutado.

Se trata de la típica historia del adolescente que encuentra a un “mentor”, un adulto bondadoso y sabio (ya se sabe, eso de que “más sabe el diablo por viejo…”) que le asesora y le guía. Vamos, como en Karate Kid (“dar cera, pulir cera”) o en decenas de otros libros y películas, el típico esquema que siempre funciona.

Y… ¡nada más! No hay más. Un pelín (pero pelín-pelín, porque la extensión no da para más) de filosofía vital barata, un pelín de sutiles apuntes anti extremismos religiosos (judío y musulmán como amigos íntimos), y alguna que otra anecdotilla y algún pequeño toque de humor. Y ya está, se acabó el libro. Supongo que con una sonrisa en los labios y cierta sensación de bienestar para algunos, y una sensación de “pues ya está, hala, a por otro” para otros, entre los que me incluyo. Porque todo esto ya lo tenía muy visto, aún antes de haberlo leído…

En resumen, se trata, desde mi punto de vista, de una lectura agradable y cortita, pero con poca esencia y con una base argumental mil veces vista, aunque sea bajo otras formas. A mí, la verdad, me ha dejado frío.

24 de septiembre de 2014

[Libro] Dioses y héroes de la antigua Grecia – Robert Graves (1960)

Hace muchos años que me interesan los mitos griegos; es posible que en buena parte coincidiendo con mi interés por los secretos del cosmos. Contemplar en el cielo constelaciones como Perseo, Casiopea, Pegaso, Andrómeda o Cefeo es mucho más apasionante si conoces las historias que hay detrás de todos esos nombres. Y si además esas historias resultan ser de lo más entretenido, ¿qué más se puede pedir?
He pasado muchas noches de verano con mi hija en brazos mirando al cielo mientras le contaba la historia de Perseo, Andrómeda y Casiopea (a menudo introduciendo variantes humorísticas “por cuenta de la casa”), y os aseguro que a ella también le encantaban. Mucho más que muchos cuentos tradicionales… Aún a veces, en las noches de verano mirando al cielo, me pide que se lo vuelva a contar…

Sinopsis:
Robert Graves, uno de los escritores ingleses más importantes del siglo XX, nació en Londres en 1895, tomó parte en la primera guerra mundial -cuya brutalidad describe en Adiós a todo esto-, terminó sus estudios en Oxford y fue profesor en la Universidad de El Cairo. En 1929, separado de su primera mujer, decidió no volver a Inglaterra y se estableció en Deià, un pueblecito de Mallorca, donde residió, con su segunda mujer y sus numerosos hijos, hasta su muerte en 1985. A lo largo de una vida tan extensa y rica, simultaneó la publicación de espléndidos libros de poemas con la de novelas, algunas de las cuales, como Yo, Claudio, consiguieron un enorme éxito de público.
Graves nos cuenta la historia de la mitología griega con toda su belleza pero también con divertido desenfado. "Estos mitos no son solemnes", nos dice, "Como las historias bíblicas. La idea de que sólo podía existir un dios y ninguna diosa no gustaba a los griegos, raza con gran sentido del humor... Veían los cielos como un lugar gobernado por una familia divina, como cualquier otra familia rica de la tierra, sólo que sus miembros eran inmortales y extremadamente poderosos."

Crítica personal: De interés pero no lo que esperaba

Esta obra casi podría considerarse una referencia rápida sobre los mitos griegos. Desde ese punto de vista, es un libro práctico y fácil de leer: cortito y muy esquemático, y escrito con cierto sentido del humor, lo que lo hace ameno. Pero esa misma brevedad y concisión se convierte en un inconveniente para quien, como yo, esperaba un relato más elaborado y ameno basado en los mitos griegos.

Sí, esta obra da una buena visión general de la mitología griega, y se convierte en una guía de referencia rápida para consultar cualquiera de estos mitos en cualquier momento (aunque para ello un buen complemento hubiera sido un glosario de nombres, una especie de referencia genealógica de los personajes), o bien para introducirse desde cero con un texto ameno, sencillo y cortito. Pero no es un libro cuya lectura se pueda disfrutar realmente, como yo esperaba. Quizás esperaba más de un autor como Robert Graves, pero claro, supongo que para los que quieran profundizar, ya tenemos su “enciclopedia” sobre el tema, “Los mitos griegos”. Me imagino que concibió esta obra precisamente como un resumencillo rápido para los que no se atrevieran con el tocho de casi mil páginas de su obra principal.

Aún así, interesante de leer como culturilla general.

17 de mayo de 2014

[Libros] Estaciones de paso – Almudena Grandes (2005)

Los relatos no son lo mío: me pueden resultar más o menos entretenidos, más o menos curiosos, y puedo apreciar más o menos su estilo y calidad… pero no los disfruto como una novela, aunque sea corta. Leer un relato o dos de vez en cuando me puede llegar a agradar, cuando no tengo tiempo o ganas para ponerme con un libro completo… pero leer un libro de relatos llega a cansarme, y me parece casi incongruente; no es chicha ni limoná, resulta que al final pierdes la brevedad del relato (porque el libro de relatos suele tener la extensión de una novela media) sin ganar a cambio la profundidad de la novela convencional. Por estas razones, supongo, no me gustan demasiado este tipo de libros, así que eso es algo que debéis tener en cuenta cuando hable sobre ellos; aunque, por supuesto, hay muchos apasionados por este tipo de historias, así que todo es relativo…

Sinopsis:
Tal vez las verdaderas experiencias emocionales, las que nunca se olvidan, sean las que se producen en la adolescencia, ese territorio quebradizo en el que uno se asoma por primera vez a la vida adulta.
Estaciones de paso recoge cinco historias de adolescentes abocados a vivir circunstancias que les sobrepasan, pero que, sin sospecharlo, acabarán forjándoles como adultos. Son historias de determinación y coraje, de conflicto con el entorno familiar, pero también de amor, de educación sentimental y de formación de la conciencia. Como el muchacho de «Demostración de la existencia de Dios», que mediante el relato ingenuo de un partido de fútbol narra su tragedia. O la joven que en «Tabaco y negro» se siente heredera de un don y de un oficio legendarios. O Carlos, que evoca en «El capitán de la fila india» las vacaciones que vieron nacer su compromiso político. O Maite, que en «Receta de verano» cocina su confusión interior mientras cuida de un padre inválido. O Tomás, que en «Mozart, y Brahms, y Corelli» consigue seducir a una mujer tan bella que era pura música.
En Estaciones de paso, Almudena Grandes ofrece una galería inolvidable de jóvenes, aturdidos y desorientados, pero empeñados en salir adelante, magistralmente retratados aquí a partir de pretextos tan dispares como el fútbol, los toros, la política, la cocina o la música...

Crítica: Agradable
Se trata del segundo libro de relatos de Almudena Grandes, y aunque me ha parecido que está lejos del nivel que alcanza en sus novelas, desde luego debo reconocer que es muy superior al libro de relatos anterior, Modelos de mujer.

En esta nueva recopilación se nota que la autora ha ganado considerablemente en madurez en cuanto a estilo. Aunque las historias están lógicamente limitadas por su extensión, en ellas aflora el actual estilo de Almudena Grandes, que hace que se disfrute el texto casi independientemente de su fondo.

El libro contiene cinco historias y todas ellas resultan entretenidas; un par de ellas incluso casi podría decir que llegaron a gustarme bastante. En fin, como decía al principio, los relatos no son mi pasión, pero aún así creo poder decir que he disfrutado de la lectura de este libro, y me lo he leído en muy poquitos días. Buena señal: cuando un libro no termina de llegarme, siempre encuentro cosas mejores que hacer (como ver alguna película o serie) y a veces se alargan durante semanas…


En resumen, un libro agradable y bien escrito, con un toque algo entrañable en prácticamente todos los relatos. Si bien es sin duda una obra menor dentro de la producción de Almudena Grandes, se lee con gusto. Puede estar bien cuando no apetezca meterse con un libro completo, o cuando apetezcan leer historias cortas, quizás alternadas con lecturas de más enjundia.

11 de abril de 2014

[Libros] Modelos de mujer – Almudena Grandes (1996)

Supongo que sabéis que soy un enamorado de Almudena Grandes (bueno, o de su forma de escribir...). Pero este libro es una excepción. Para mí, probablemente el peor, junto con el primero, "Las edades de Lulú", y muy distintos ambos de todo el resto de su producción literaria.

Sinopsis:
Como insinúa el propio título, Modelos de mujer, estos siete relatos están todos protagonizados por mujeres que, en distintas edades y circunstancias, se enfrentan todas ellas, en algún momento, a hechos extraordinarios.
Todos, menos el que da título al libro, están de un modo u otro ligados a la infancia, a la capacidad de desear como motor de la voluntad, de los actos de voluntad que las protagonistas deberán asumir para impedir que la vida las avasalle.
En los tres primeros cuentos -«Los ojos rotos», «Malena, una vida hervida» y «Bárbara contra la muerte»-, los personajes femeninos vencen, cada uno a su manera, a la muerte: la pequeña Miguela, la mujer mongólica que se enamora de un fantasma; Malena, que se pasa la vida haciendo régimen por amor; y Bárbara, que acompaña a su abuelo a pescar.
En los cuatro últimos -«El vocabulario de los balcones», «Amor de madre», «Modelos de mujer» y «La buena hija»-, las protagonistas tuercen el destino a su favor recurriendo unas al poder de seducción y otras a la fuerza de la razón, y todas con la voluntad que les otorga el firme deseo de no tolerar que la vida se les escape de las manos.

Crítica: Una recopilación de cuentos normalita

Eso me ha parecido este libro: un conjunto de siete cuentos normalitos, nada del otro mundo.

Siete cuentecillos de los que realmente me han gustado dos (y tampoco como para tirar cohetes), y a los que no he encontrado nada especial como para recomendarlos. En fin, un librillo corto para pasar el rato pero que no me ha aportado nada, y en el que tampoco he encontrado el buen hacer de Almudena Grandes en cuanto a estilo (probablemente porque muchos de los cuentos son antiguos, de sus primeros años como escritora). Resumiendo, que no me parece un libro para recomendar, aunque no puedo decir que sea malo. Simplemente, del montón.