Uno de los
clásicos contemporáneos de la literatura española. Tras leerlo, comprendo que
figure dentro de este selecto grupo: su calidad es innegable. Pero su
complejidad, también. No es un libro fácil. Pero merece la pena leerse.
Sinopsis:
Escrita a finales de los años sesenta y prohibida
por la censura, Si te dicen que caí constituye una secreta y nostálgica
despedida de la infancia, así como un cuadro a la vez sórdido y poético de la
vida durante el franquismo. Se trata además de una de las novelas más
personales del autor, pues, según el propio Marsé, al escribirla solo pensaba
en los anónimos vecinos de un barrio pobre que no existe en Barcelona, en los
furiosos muchachos que compartieron con él las calles leprosas y los juegos
atroces, el miedo, el hambre y el frío, en su propia infancia y adolescencia.
Crítica personal: Retrato de la podredumbre de la
postguerra
Si te dicen
que caí es una novela compleja, difícil de leer, difícil de seguir y de
entender. Su estilo, que calificaría de “faulkneriano”, por su semejanza en
cuanto a estructura con la compleja obra del norteamericano, no hace ninguna
concesión al lector, todo lo contrario: el esfuerzo requerido para poder seguir
medianamente el texto es más que considerable. Personalmente debo reconocer que
no he llegado a entender la totalidad del libro, que una vez terminado sigo
perdido en relación a numerosos detalles de la trama; de hecho, creo que es un
libro que requiere de al menos dos lecturas: estoy seguro de que en la segunda
se entenderán mejor muchos detalles de una historia que se va desenredando poco
a poco hacia el final del libro (sin llegar a hacerlo por completo), de forma
que la relectura resultará seguramente mucho más reveladora. Pero en el fondo
no importa, creo yo: para mí, la trama es en realidad lo de menos. Lo realmente
valioso de este libro es el vívido retrato de una sociedad y de una época. Los
años del hambre. Los años del miedo. Años de miseria, hambre, frío,
resentimiento, abusos de poder y sometimiento. La oscura postguerra española.
Juan Marsé
vuelca en el texto los recuerdos de su infancia, que vivió como uno de los
niños protagonistas de su obra: un niño de la calle, sucio y hambriento,
jugando por las esquinas de las calles embarradas, por los descampados aún
repletos de munición olvidada, con lo único que tenían: su imaginación. “Es una novela, hasta cierto punto,
autobiográfica, porque todo lo que tiene que ver con mi infancia está en ella”,
cuenta el autor en una entrevista que enlazo al final de esta reseña.
El texto
aparece salpicado de historias en apariencia inconexas, siendo a veces más bien
una recopilación de las miserias personales de cada uno, de diferentes
anécdotas o de instantáneas cotidianas de la vida de aquellos días. El día a
día de los verdaderos perdedores de la guerra: el pueblo llano. Una historia de
la miseria en un barrio de las afueras de Barcelona en los años 40. Niños harapientos,
con sarna y fantaseando con un bocadillo… jóvenes metidas a putas para comer o
por pura desesperanza… familias con alguno de sus miembros en la cárcel o
escondido en un zulo para evitar acabar en ella… excombatientes republicanos
convertidos poco a poco en meros delincuentes comunes… y por encima, vigilando
a todos, los nuevos amos.
Las tramas se
cruzan, así como las épocas: algunos de esos niños de la calle recuerdan, años
después, lo que ocurrió. Pero no sólo sus memorias mezclan realidad y fantasía,
hechos y rumores, sino que ni siquiera tenemos muy claro quién es quién: no se
presenta a los personajes, y quienes de niños sólo se conocen por sus apodos
(el Tetas, el Amén, Java o Sarnita) se
convierten, sin introducción alguna, en adultos con nombre propio. La historia
principal, por su parte, es una reconstrucción mezcla de hechos conocidos con
rumores escuchados aquí y allá, o
incluso con invenciones propias de la imaginación infantil. La realidad y la
ficción tienen fronteras difusas… pero en el fondo da igual, pues cualquier
versión de la historia es realista, cualquiera de ellas pudo haber sido, en
aquella España de miedo, hambre y miseria.
Un libro
complejo, pero muy recomendable. Y también lo es leer esta entrevista a Juan Marsé, en la que aclara muchas de las claves de
la novela, y en la que revela cómo un gran número de detalles están basados en
su propia infancia.
En resumen: un buen libro, una gran novela negra con
todas las letras (la negrura era la identidad de la época), pero un libro
exigente con el lector. Aunque el esfuerzo se ve recompensado.
Gracias. Ahora quiero leerlo, y volveré para buscar esa entrevista a Marsé.
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario. Veo que la entrevista ya no está donde la encontré, pero puedes leerla aquí: https://studylib.es/doc/8659785/entrevista-a-juan-mars%C3%A9-paloma-recio-mero%C3%B1ohttps://studylib.es/doc/8659785/entrevista-a-juan-mars%C3%A9-paloma-recio-mero%C3%B1o
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