Sinopsis:
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental.
En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de
detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su
médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra
la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud
aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a
ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o padece realmente un
grave y peligroso trastorno psicológico.
Crítica: Una buena idea mal desarrollada (y con
toques "rancios")
A pesar de que
en su primera mitad me pareció un libro medianamente atractivo, una vez
terminado debo decir que no me ha gustado. A medida que progresaba en la
lectura ha ido a peor, he pasado de un “vaya, no está mal” a un “vaya pestiño
rancio”. Una pena, porque tiene elementos buenos: las descripciones de los
enfermos (eso me ha gustado mucho, lástima que el resto haya llegado a
eclipsarlo) y un argumento que, bien llevado, podía haber dado para una buena
novela.
No me ha
gustado nada cómo está escrito. Salvando las descripciones, que realmente están
logradas, el resto es penoso: el lenguaje, arcaico y pedante; los diálogos,
artificiales; las introducciones de elementos ajenos a la trama porque el autor
quiere dejar su huella ideológica (religión, política, machismo…), absurdas; y
la trama, muy mal llevada, desde mi punto de vista.
A partir de la
mitad, el libro degenera notablemente, justo cuando empieza a cobrar peso la
supuesta “intriga” en la que parece querer introducirse, y que en la primera
mitad se trata muy superficialmente. Pero esas partes de “intriga” me han
parecido más que pobres: la protagonista (y más adelante sus colegas) resuelven
los “misterios” en un pis-pás, porque sí o por inspiración divina (será por lo
último, dado el tono del libro). Los giros de la trama, las explicaciones y
contraexplicaciones que se les ocurren a todos como lo más elemental del mundo
y sin ninguna base previa, son sencillamente absurdas (no por su contenido,
sino por “aparecer” de repente). El libro hubiera ganado mucha credibilidad sin
tanto detective de opereta y demás enredos sin sentido que se resuelven “solos”
y que no aportan en realidad nada en absoluto al núcleo del libro.
En resumen:
una magnífica idea central, la de la escasa distancia que puede ir de la
normalidad a la locura y la dificultad para distinguirlas en ocasiones; un
magnífico retrato de pacientes con diferentes dolencias psiquiátricas; y un
pésimo traslado al texto de estas ideas, aderezado con notas de una manera de
pensar más digna de finales del siglo XIX (¡el libro fue escrito en 1979!). Un
tremendo fiasco con tufillo a rancio para lo que podía haberse convertido en
una buena novela en manos de un mejor autor.
Nota personal:
4 (y gracias)
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