Tercer libro que leo
de este curioso escritor. Hasta ahora, sus novelas no me han dejado
indiferente, y ninguna se parece a otra. Podrá gustar o no, pero hay algo que
no se le puede negar: originalidad.
Sinopsis:
Unos crueles asesinatos de jóvenes tienen lugar en
la Atenas de Platón. Diágoras, miembro de la Academia platónica contrata al
Descifrador de Enigmas, Hércules Póntor para que averigüe quién ha matado a un
joven discípulo suyo, mutilándolo y arrancándole el corazón. Hércules pone en
marcha su investigación. Al mismo tiempo, el traductor de la novela de Hércules
empieza a observar inquietantes mensajes ocultos en el texto, y poco a poco le
entran sospechas de que la muerte del anterior traductor, un tal Montalo, tiene
que ver con lo que ocurre en ella...
Crítica: Una novela muy original
No sé muy bien como
hablar de esta curiosa obra, excepto aludiendo a su originalidad. Tampoco
quiero dar demasiados datos, porque gran parte de la “gracia” del texto es ir
descubriéndolo, pero diré que leer este libro es como leer la traducción de una
obra clásica repleta de anotaciones personales del traductor. En cierto modo,
no se trataría de la versión definitiva con las típicas notas al pie frías e
impersonales, sino que sería más bien un borrador, con anotaciones personales
del traductor, en las que vamos leyendo sus pensamientos, sus dudas y opiniones
sobre la obra a medida que la traduce. Estas notas se convierten también en una
especie de diario personal en el que comenta conversaciones que tiene con otras
personas acerca de este trabajo.
Así, vamos leyendo el
texto griego (una historia en cierto modo detectivesca en la Atenas antigua)
intercalado con estas anotaciones, cuando empiezan a suceder cosas “extrañas”:
por momentos, parece como si los personajes de la obra fueran conscientes de la
presencia del traductor y se dirigieran a él. Poco a poco, realidad y ficción
parecen ir difuminando sus límites…
¿Me ha gustado el
libro? Digamos que me ha entretenido. Lo he leído con ganas, no me ha aburrido
en ningún momento, y todo el tiempo ha mantenido mi curiosidad por saber qué
estaba pasando, y en qué iba a desembocar todo ese enredo. No me ha
entusiasmado, pero lo he leído con curiosidad e interés, que no es poco. El
final me ha parecido algo flojillo, aunque supongo que cerrar esta historia no
era fácil. Pero, en conjunto, me ha parecido un libro interesante y, sobre
todo, refrescante. No se parece a ningún otro. Y eso tiene su valor. Pero no
sé, no puedo quitarme de encima la sensación de que no se ha sabido aprovechar
del todo el potencial que ofrecía la idea central del texto (la pérdida de los
límites entre la realidad y la ficción): la verdad es que esperaba más.
la lei hace tiempo recuerdo que me intrigo y sobre todo,es muy interesante el planteamiento y su final
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