Leí este libro
después del buen sabor de boca que me dejó otro libro del autor que terminé
recientemente, Las
torturas mentales de la CIA. Tanto el interés de su contenido como el rigor
con el que se trataba un tema tan complejo, me animaron a continuar con este
libro sobre el Mossad. Y no me arrepiento en absoluto: aunque son muy
diferentes, ambos me han resultado de lo más interesante.
Sinopsis:
Tras años de incertidumbre sobre la verdadera
identidad del Mossad, y tras haberse divulgado distintas hipótesis sobre
actividades, Gordon Thomas se ha acercado lo suficiente a esta entidad para,
finalmente, definirla. Creado en 1951 para asegurar el futuro de un Israel
asediado, el Mossad es una organización de inteligencia cuyos agentes fueron
responsables de los hechos de espionaje, contraterrorismo y asesinato más
audaces e impactantes jamás cometidos.
El periodista y escritor Gordon Thomas nos
presenta en Mossad, la
historia secreta una impactante historia
en la cual nos habla del funcionamiento interno y la acción del que pasa por
ser el mejor servicio secreto del mundo, el Mossad. A lo largo de sus páginas
tendremos acceso a muchas de las acciones que este pequeño pero efectivo
servicio secreto ha llevado a cabo para asegurar la pervivencia del estado de
Israel. Con datos filtrados desde el propio Mossad, cientos de entrevistas de personas que de uno u otro modo se vieron
inmersas en la espiral de violencia que lleva viviendo Oriente Medio desde hace
muchos años así como una extensa bibliografía que ha manejado el autor, hacen
de este libro uno de los más documentados para entender el funcionar y el
accionar del servicio secreto israelí.
Crítica: Interesante, ameno y muy revelador
En este libro
sobre el Mossad, Gordon Thomas mantiene el buen hacer que le descubrí con Las
torturas mentales de la CIA: rigor, amenidad e interés. Thomas es un
magnífico periodista que acude siempre a las fuentes originales para
documentarse, sean éstas archivos desclasificados, hechos revelados
públicamente por diferentes medios, o entrevistas con los principales
protagonistas de su historia, incluyendo tanto antiguos agentes como directores
o ex directores de las principales agencias de inteligencia mundiales.
Evidentemente,
uno no va a descubrir en estos libros grandes secretos: lo que es verdaderamente
secreto, sigue siéndolo; en el fondo, estos libros no hacen más que sacar a la
luz pública lo que alguna vez se ha filtrado de una u otra forma y que, aunque
ya se haya hecho público, en general no interesa recordar. Pero aunque sólo sea
por exponer en su conjunto todas las piezas visibles de este complejo
rompecabezas que es la actividad de inteligencia, eso ya sirve para tener una
visión relativamente nítida y sorprendente de lo que se cuece en los entresijos
de la política internacional. Seguro que estos libros no nos permiten ver la
foto completa, está claro… pero los pequeños fragmentos recompuestos y sacados
a la luz ya nos dejan hacernos una idea de lo que puede haber más allá. Y eso
ya es mucho más de lo que la mayoría conocíamos antes de acercarnos a estos
libros.
Dicho esto, lo
cierto es que los dos libros que he leído de Thomas son bastante diferentes. No
se trata sólo de que el de la CIA dedicase la mayor parte de su contenido a
explicar el programa de investigación sobre el control mental mientras que éste
realiza un recorrido por toda la historia de la inteligencia israelí, sino que
sus diferencias son también la consecuencia de los grandes contrastes que
existen entre la forma de operar de la CIA y del Mossad.
El Mossad se
ha distinguido siempre por dos cosas: su gran eficacia, y su desprecio por “el
qué dirán”. Al igual que ha sucedido a menudo en la política de Israel con sus
vecinos árabes, la inteligencia israelí ha ejercido con éxito el ojo por ojo,
asesinando a sangre fría a sus enemigos a lo largo y ancho del mundo. La forma
de actuar del Mossad es en gran medida la típica que estamos acostumbrados a
ver en las películas de espías: expertos agentes repartidos por el mundo que se
toman la justicia por su mano, que ejecutan sin piedad en plena calle tanto a
terroristas como a agentes rivales o simplemente a personas “peligrosas” para
los intereses de Israel, o que roban los secretos más íntimamente guardados con
maniobras a menudo asombrosas y espectaculares; comandos que asaltan aviones
secuestrados, o que atacan barcos en alta mar matando a su tripulación y
hundiéndolos para no dejar huellas... Esta forma de actuar tan explícita ha
conseguido que muchas de las grandes actuaciones del instituto israelí salgan a
la luz, dándole fama internacional: son acciones que se planean en secreto,
pero que por su misma naturaleza se convierten en públicas a la hora de
llevarlas a cabo. El secuestro y asesinato en plena calle de personas en otros
países, o el robo de aviones de combate enemigos de última generación, por
ejemplo, no son actividades que pasen desapercibidas. Pero como vemos a diario
en las noticias, para Israel a menudo el fin justifica los medios,
independientemente del concepto que se pueda tener de sus acciones en el
exterior. Curiosamente, en el caso del Mossad, esta publicidad en principio
negativa (al saltarse cualquier norma moral o de “corrección política” y al
llevar a cabo acciones delictivas fuera de su territorio nacional) le ha
valido, en el fondo, la admiración a nivel mundial.
Es
precisamente la espectacularidad de gran parte de sus acciones más conocidas lo
que le da un especial interés a este libro, ya que la historia de la agencia
israelí se convierte casi en un relato de espías digno de Hollywood. A lo largo
del texto se van sucediendo los detalles de acciones como el secuestro del nazi
Adolf Ecihmann en Argentina para enviarlo secretamente a Israel; el asesinato
en plena calle, a lo largo y ancho del mundo, de los terroristas autores de la
matanza del equipo olímpico israelí en las olimpiadas de Munich; el robo de un
Mig 21 y, años después, de un Mig 29 (en cada momento, uno de los aviones de
combate insignia de la Unión Soviética); el robo en Francia de los planos del
avión de combate Mirage III y su posterior copia en Israel; el envío en secreto
a Entebbe (Uganda) de un comando para asaltar un avión israelí secuestrado,
consiguiendo matar a los terroristas y liberar a los rehenes (con alguna baja
civil, eso sí)… En fin, espectaculares acciones históricas bien conocidas por
casi todo el mundo, pero que, al ser relatadas con todo detalle en este libro,
lo convierten casi en una novela apasionante.
Por supuesto,
hay mucho más que el relato de las operaciones más famosas del Mossad: el texto
se adentra también en temas tan poco conocidos y tan escabrosos como la
involucración del espionaje israelí en el escándalo Clinton-Lewinsky; o en el
intento de asesinato de Juan Pablo II por Alí Agca; o la sustracción de
material en los Estados Unidos para poner a punto el programa nuclear hebreo; o
la despiadada guerra a muerte entre agencias de inteligencia rivales por tomar
el control de Africa; o incluso la presencia de agentes del Mossad en el
accidente en que murió la princesa Diana de Inglaterra, entre otros. También se
revelan hechos poco conocidos y a menudo también bastante sorprendentes, como
las actividades de inteligencia y de política internacional del Vaticano (y sus
estrechas relaciones con la CIA), o la red de colaboradores de que dispone la
inteligencia israelí en puntos clave a lo largo y ancho del mundo
(simpatizantes judíos que, sin ser agentes, aportan información o realizan acciones
a favor de los intereses de Israel). En fin, como creo que podréis intuir con
esta breve muestra, se trata de un libro que abre mucho los ojos, y con el que
no paras de llevarte sorpresas. Si además le sumas su alto grado de rigor y que
está escrito de forma bastante amena, el resultado es que me ha parecido un
libro de lo más interesante y recomendable.
Los sociopatas se creen dioses.
ResponderEliminarLo que no admiten, es la responsabilidad de la extrema derecha en la aparición del terrorismo y eso se llama complicidad.
Hacen creer a otros gobierno que la única forma de acumular riquezas, lucro y poder; es con practicas de control de la población de los seres humanos, Genocidio, Guerras, sitios a ciudades, Exclusión por la fuerza de territorios y sus recursos asociados. Aborto obligatorio, Infanticidio, Eugenesia.
Llegando a su máxima genialidad de control poblacional con el negocio de la salud. Si tienes dinero buena suerte si no lo tienes mala suerte.
Reclutando a todo tipo de sociopatas,sicopatas, tontos utiles, etc. para darles infraestructura, información, educación (medicos), todo para maximizar las ganancias.
Si la mayoría de los indigenas han sido exterminados, entonces en tiempo de crisis, a quienes les aplican la política de control poblacional??????????????
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/05/25/la-mayor-ventaja-en-una-sociedad-ultracompetitiva-ser-un-sociopata-121455/
Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol
Acabo de terminarlo comencé a leer y no me soltó hasta ayer, es increíble la forma de actuar de los agentes y espías las agallas y la frialdad para llevar a cabo sus propósitos
ResponderEliminarTuvo algunos equívocos que le hicieron perder su espacio en varios países, a nivel mundial pero jamás ha dejado de ser reconocido ni ha perdido su valor prestando servicio incluso a "los pueblos rivales" con el fin de "conservar la paz"
Me quedo con estas frases "el guardián de Israel nunca duerme ni se descuida" en cualquier parte, en nuestro diario vivir, a nuestro alrededor, podríamos estar conectados conversando con algún agente, sea un Sayanin con con temor lo.digo un Kidon
El Mossad es el ojo de Israel en el mundo.
Excelente libro!!