No me gusta Pérez
Reverte. No entiendo su fama. Reconozco que hay alguno que otro libro suyo
(pocos) que me han gustado, pero en general me parece que es un autor
enormemente sobrevalorado y que no pasa de ser un novelista de escritura pedante pero mediocre.
Pero este extraño y complicado libro (seguramente no apto para todos los
públicos por su estilo poco amigable con el lector) es una de esas excepciones.
Sinopsis:
En una torre junto al Mediterráneo, en busca de la
foto que nunca pudo hacer, un antiguo fotógrafo pinta un gran fresco circular
en la pared: el paisaje intemporal de una batalla. Lo acompañan en la tarea un
rostro que regresa del pasado para cobrar una deuda mortal, y la sombra de una
mujer desaparecida diez años atrás.
En torno a esos tres personajes, Arturo
Pérez-Reverte ha escrito la más intensa y turbadora historia de su larga
carrera de novelista. Deslumbrante de principio a fin, El pintor de batallas
arrastra al lector, subyugado, a través de la compleja geometría del caos del
siglo XXI: el arte, la ciencia, la guerra, el amor, la lucidez y la soledad, se
combinan en el vasto mural de un mundo que agoniza.
Crítica personal: Con
sus defectos, pero un buen libro
No es un libro fácil,
pero es de los que más me ha gustado de Pérez-Reverte (un autor que, por otra
parte, no suele ser de mi agrado). La historia de una persona atormentada por
lo que vivió como corresponsal de guerra en los Balcanes le sirve al autor para
hacer un retrato desgarrador de las atrocidades de aquel conflicto, del
genocidio que ocurría en la misma Europa ante la indiferencia generalizada de
occidente.
Libro de lectura a
menudo dificultosa y con exceso de pedantería en la escritura en ciertos
momentos, pero que termina resultando estremecedor. Probablemente le salva su
fondo, más que su forma, pues el estilo de su texto me desagradó en numerosas
ocasiones, además de poder resultar también aburrido y pesado a ratos; pero la narración de las atrocidades ocurridas en la guerra de los
Balcanes es algo que no deja indiferente, y es lo que rescata a este libro del
pozo de pedantería literaria al que se asoma demasiado a menudo.
Recomendable, como lo
es cualquier denuncia de crímenes de guerra.
Nota personal: 7
No creo que pruebe... tampoco este escritor es muy de mi agrado... Anda siempre tan enfadado, y va siempre tan de listo.. que me pone un poco nerviosa.
ResponderEliminarBesos!
Sí, a mí tampoco me gusta su prepotencia y afán de notoriedad y de escandalizar (aunque a veces pueda estar incluso de acuerdo con lo que dice). Pero esto es un tema aparte, sus libros podrían gustarme independientemente de eso, pero en general no me gustan. Alguna excepción hay (aunque ninguno ha llegado a entusiasmarme), pero pocas (aunque realmente tampoco he leído muchos, no soy tan masoca :-)
ResponderEliminarSobre éste... pues no te pierdes nada tampoco. Realmente, no me atrevería a recomendárselo a nadie, porque ya digo que es un libro difícil y quizás a ratos hasta desagradable en su estilo (al menos para mí), aunque, como comento, tuvo algo que me gustó. Realmente, fue una lectura extraña...