Sinopsis:
Los abundantes Santos Prepucios, los Santos
Pañales, la innumerables astillas de la cruz, el guardarropa de la Virgen, los
Santos Rostros, las Santas Espinas, los Santos Griales, los Santos Lugares y
todo el inmenso arsenal de mentiras fraguado para estafar a los crédulos
devotos.
Crítica personal:
Un recorrido por los
centenares o miles de “reliquias” de la cristiandad repartidos por el mundo:
astillas y clavos de la cruz (con los que se podría crucificar a toda una
legión), paños y sudarios de todo tipo, cálices y hasta prepucios (sí, claro:
Jesús era judío y tuvo que ser circuncidado, así que en algún sitio quedaría su
prepucio… aunque hay quien opina que también debió ascender a los cielos). Toda
una panoplia de “souvenirs” cuyo mercado estalló en la Edad Media y que hoy
llena las iglesias de media Europa.
Un recorrido por buena
parte de estas reliquias y sus historias es lo que hace este libro. Escrito con
una fina ironía y humor, y magníficamente documentado, lo cierto es que quizás
peca precisamente de eso: exceso de documentación.
Empieza bien, ameno,
interesante, divertido (el relato de la monjita que sentía el santo prepucio
materializarse en su boca es impagable)... pero cuando llega a la sábana santa,
que ocupa como dos terceras partes del libro, el exceso de datos, de
documentación, de contar al detalle las idas y venidas, los análisis y
contraanálisis, los comentarios en un sentido y en otro... terminan por aburrir
soberanamente.
Aún así, un libro
recomendable para leer. Abstenerse fanáticos.
Nota personal: 6,5 (7
si lo abandonas cuando te canses de sábanas)
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