29 de mayo de 2013

[Libros] Las torturas mentales de la CIA – Gordon Thomas (2001)

Empecé este libro con cierto recelo, por lo sensacionalista del título; por un lado, el propio título ya creaba interés, pero por otro, podría encontrarme con algún panfleto de alto sensacionalismo y escasa credibilidad. Sin embargo, en cuanto empecé a leerlo me llevé una sorpresa muy agradable: se trata de un libro muy bien escrito, muy ameno y muy interesante. Por si fuera poco, su autor es un periodista inglés (bueno, galés ;-) muy reconocido y con larga experiencia en asuntos de política internacional en general, y servicios secretos en particular. Y para terminar de poner la guinda, el libro está basado en las confidencias que le hizo un íntimo amigo suyo que era un agente de la CIA (ya fallecido, lo que le da libertad para escribir las confidencias que le hizo) con un amplio historial operativo: William Buckley.

Sinopsis:
En este libro, Gordon Thomas, autor también de "Mossad. La historia secreta", ha realizado una cruda denuncia del uso de la psiquiatría en el espionaje y, en concreto, del papel de los expertos de la CIA que en épocas recientes se vieron envueltos en un programa de investigación en el área de la tortura psicológica a través de la aplicación de métodos tan terribles como el lavado de cerebro, las lobotomías, los electroshocks, el control mental, el aislamiento y otros tormentos inhumanos y degradantes.
Las torturas mentales de la CIA nos da a conocer de primera mano un testimonio escalofriante a través de unos protagonistas reales, reputados psiquiatras inmersos en el programa más siniestro jamás creado por un gobierno, sus víctimas y los agentes que lo hicieron posible.
Ésta es también la increíble historia real de William Buckley, un agente de esta organización especialmente preparado para coordinar dichos experimentos psíquicos, y de cómo fue asesinado mediante la aplicación de tales métodos. A lo largo de las páginas de este libro-denuncia se vierten las duras acusaciones del autor a la CIA por el empleo de prostitutas y enfermos mentales en las investigaciones, y por el asesinato de una serie de personas después de haberlas utilizado como conejillos de Indias, al tiempo que se relatan los experimentos de la CIA con prisioneros del Vietcong en Vietnam y se revela cómo este tipo de pruebas se llevan a cabo todavía en lugares secretos de Israel y China.

 Crítica: Apasionante, sorprendente, revelador, duro… y necesario

El libro se lee casi como una novela, lo cual ya es un gran punto a favor. Hay partes dialogadas, escenificación de situaciones, etc. Nada que ver con un ensayo típico, parece una novela de espías, solo que real. Buckley es el protagonista, como fuente de su contenido. Pero en realidad está principalmente dedicado a denunciar los métodos del Dr. Sidney Gottlieb, un médico con una elevada posición en la CIA que desarrolló métodos de tortura que poco lo diferencian de personajes como Josef Mengele. Los métodos de Gottlieb fueron finalmente expuestos a la luz y el escándalo rodeó a la Agencia Central de Inteligencia durante unos años; pero aquí no hubo juicios de Nürenberg, y Gottlieb terminó años después muriendo plácidamente en su cama.

En este libro conoceremos esta historia como en una interesante película de política y espionaje, sólo que sabiendo que es real. En realidad, tomando como hilo conductor la vida del agente Buckley, el texto hace un sorprendente y revelador recorrido por más de 30 años de la historia de la agencia de inteligencia norteamericana, entre los años 50 y finales de los 80. Y aunque el programa de control mental establecido bajo el apelativo de MK-ULTRA ocupa la mayor parte de la atención, conoceremos también otras actividades de la CIA a lo largo de su historia, en medio de situaciones como las guerras de Corea o Vietnam, el fiasco de Bahía de Cochinos en Cuba, el asesinato de Kennedy, el caso Watergate o las actividades en Oriente Medio, entre muchos otros.

El texto se mueve siempre entre extremos: de los artilugios propios de una película de James Bond, como los maletines con un incinerador incorporado que volatiliza la información contenida en ellos si no se abren siguiendo una pauta determinada, hasta los proyectos más absurdos o extravagantes, más dignos de una parodia hollywoodiense, como los realizados con videntes o invocadores del diablo, o pretendiendo sublevar a la población de países comunistas introduciendo dentífricos con olor a diarrea. Increíble, pero cierto; como suele decirse, la realidad supera a la ficción más imaginativa. Pero entre todo ello, asesinatos y torturas apoyadas por un estado democrático; programas de experimentación con seres humanos, desde los que utilizaban elementos “prescindibles” (agentes enemigos capturados, prisioneros de guerra…) hasta los realizados subrepticiamente con la propia población civil norteamericana o canadiense. Actitudes, como decía al principio, que no se diferencian de los programas de experimentación nazis con judíos, pero realizados por los Estados Unidos en la actualidad. Y actividades que, según denuncian organismos internacionales, siguen realizándose en numerosos países del mundo. De hecho, las escasas filtraciones que se han obtenido del trato a los prisioneros de Guantánamo o de asuntos como el de Abu Graib parecen revelar que probablemente los mismos Estados Unidos mantienen en la actualidad algunas de las prácticas denunciadas en este libro, seguramente junto con otras que se hayan ido desarrollando en las últimas décadas.

La rigurosidad del libro está garantizada: decenas de referencias, de entrevistas a los protagonistas de la historia, de resultados de investigaciones oficiales (gran parte de los asuntos narrados en el libro terminaron saliendo a la luz en los Estados Unidos, provocando una investigación pública), y, sobre todo, las confidencias de un agente como William Buckley, íntimo amigo del escritor, dan solidez al texto. Saber que lo que leemos es rigurosamente cierto crea una mezcla de estupor, incredulidad y puro asco. Entre la extrema sordidez y el más chabacano absurdo, las actividades de la CIA reveladas en este libro sólo pueden expresarse con unos adjetivos de lo más tópicos, pero totalmente aplicables: increíble, pero cierto.

Recomiendo este libro a todo el mundo. Primero, porque no me cansaré de decir que estas cosas hay que conocerlas; las vulneraciones de los derechos humanos, los abusos que realizan gobiernos democráticos en nuestro nombre y con nuestros impuestos, deben ser conocidos por todos. Pero es que, además, el libro resulta a la vez interesante, divertido y… sí, duro, muy duro en algunos fragmentos (no tantos, ya que no se abusa en absoluto de este recurso fácil), pero necesario. Para colmo,  el estilo del autor resulta por lo general muy ameno, y salvo alguna parte relativa a la experimentación mental que resulta algo más pesada, se lee con interés y agilidad. En resumen: muy recomendable, a poco que tengáis interés en conocer algunos de los secretos más turbios del espionaje, la política internacional… y el desprecio por los derechos humanos.

Nota personal: 8,5

3 comentarios:

  1. Excelente critica. No sabía si comprar o no el libro. Muchas gracias por compartir.

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  2. Buena crítica. Me animare a leerlo porque no sabía nada de estas practicas ocultas de la CIA, que supuestamente es el mejor equipo de inteligencia del mundo pero que ha tenido o tiene una historia nada clara.

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  3. Notable la crítica que haces del libro, me animé a leerlo luego de haber leído la historia secreta del Mossad, eso si, lo encontré mas crudo, no se porqué pero me impactó demasiado sobre todo cuando habla de civiles que necesitaban una atención psicológica simple y terminaron siendo conejillo de indias.

    Me impactó la forma cruda en que se llevaban a cabo los experimentos, es tal el horror, que llegué a sentir miedo y mucha tristeza (en mi caso, quizás a otro, no le afecte tanto)
    Al terminarlo no quedé tan fascinada como con el del Mossad, con este quedé con un pesar muy grande.

    Me encanta la lectura pero este libro, fue mucho.

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