14 de mayo de 2013

[Libros] El nombre del viento (Crónica del Asesino de Reyes, Primer Día) – Patrick Rothfuss (2007)


Sinopsis:

«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.»

Crítica: Muy entretenido y bien escrito
Lo empecé animado por las buenas críticas, y debo decir que las entiendo perfectamente, porque además de ser un gran libro de entretenimiento, está también muy bien escrito y sus personajes tienen bastante carisma, resultando fácil que te involucres en la historia.

Debo reconocer que el libro no me enganchó totalmente desde el primer momento: aunque enseguida aprecias su calidad (cuando un autor escribe bien, pocas veces necesitas más que unas cuantas páginas para notarlo), y aunque me resultaba agradable de leer, no me empezó a "enganchar" hasta llevar más o menos la tercera parte. Pero a partir de ahí, se convirtió para mí en uno de esos libros cuya lectura estás deseando retomar en cualquier momento disponible. Luego tiene otro pequeño bajón en su tercio final, que para mí está de nuevo al nivel de la primera parte (bien, pero no apasionante). Pero la parte central (para quien lo haya leído, toda la historia de Kvothe en la universidad) me ha gustado mucho.

El nombre del viento es la primera parte de una trilogía de la que hasta ahora se han publicado los dos primeros volúmenes. Se supone que a lo largo de ellos vamos a conocer la historia de un personaje legendario que en la actualidad vive oculto del mundo bajo la identidad de un humilde posadero; el libro comienza presentándonos a dicho posadero, que poco más adelante empezará a relatar la historia de su vida a un famoso cronista. Desde el principio advierte que la historia es larga, y que le llevará tres días contarla. Este libro abarca el primer día.

Aunque esta novela se encuadra dentro del género fantástico, yo diría que se trata en realidad de una novela de aventuras en un marco de fantasía. Vale, sí, probablemente podríamos decir eso de todos los libros de fantasía, pues prácticamente todos ellos son al mismo tiempo novelas de aventuras… pero lo que quiero decir es que el que el elemento fantástico en esta historia es en cierto modo casi accesorio. Sí, está ahí presente, hay algunos seres “extraños” y la magia está presente a lo largo de todo el texto, pero en ambos casos, desde mi punto de vista, en un plano secundario. El núcleo del libro es la historia de la vida de su protagonista, sus aventuras para salir adelante siempre acuciado por las penurias económicas, e intentar progresar en la universidad; una universidad donde se imparte, entre otras cosas, magia, pero de nuevo sin eclipsar una vida que resulta bastante creíble.

Ahondando un poco en esto último, me ha llamado positivamente la atención el interés del autor por revestir de credibilidad incluso los aspectos más fantásticos del texto. Se trata de algo que me ha resultado casi divertido: vale, es un libro de fantasía... pero muy realista, si puede decirse así.  Lo que me ha resultado más llamativo y divertido es que casi se intenta justificar científicamente la magia.   ¡Si hasta cumple el principio de conservación de la energía!   No hacía falta, cuando leo un libro de fantasía, estoy dispuesto a creerme que es perfectamente factible ir en contra de todas las leyes de la física... pero si el autor se molesta en intentar hacerlo más creíble, dando explicaciones que sirvan para encajarlo al menos un poco dentro de las leyes de la física, como en este caso, la verdad es que me resulta "divertido", un detalle que aprecio, aunque no fuera necesario.  

Este interés del autor por “racionalizar lo irracional” no lo emplea solamente para “justificar” de alguna forma la magia, sino también en otras descripciones: cuando aparece en el texto un dragón, explica de forma creíble cómo es posible que escupa fuego; también explica el comportamiento del animal con argumentos científico-evolutivos. En otros párrafos del libro aparecen otras pinceladas de este interés científico de su autor, como al mencionar la ley cuadrático-cúbica, o al exponer que una determinada reflexión es un principio básico de la psicología, por ejemplo. En todos los casos, se trata de brevísimos guiños de índole científica que probablemente pasen desapercibidos para bastantes lectores, pero que a mí me han divertido, y denotan un cierto “frikismo” por parte del autor. Por cierto, que a raíz de estos detalles he acudido a internet a ver qué estudió este hombre… y el resultado es que parece ser un espíritu curioso que le dio un poco a todo: se licenció en literatura inglesa, pero antes de eso picoteó en varias otras disciplinas como la ingeniería química o la psicología clínica, por ejemplo.

En fin, que aunque al ser tan famoso supongo que a estas alturas todo el que tuviera algún interés en el libro ya lo habrá leído hace tiempo, simplemente añadir que si queda algún despistado como yo, lo recomiendo: es básicamente un libro de aventuras en un marco de fantasía, un libro de entretenimiento puro, pero de bastante calidad. Me queda la duda de si la segunda parte mantendrá el nivel, pues tal como termina la primera, me da la impresión de que quizás en ese segundo volumen la parte fantástica empiece a ganar más relevancia, lo cual no sé si será bueno: ya digo que las partes inicial y final del libro me han parecido más flojas, y temo que el segundo volumen pueda ir algo más en esa línea. Pero en cualquier caso, el libro me ha gustado lo suficiente como para seguir con el segundo volumen de la trilogía.

Se trata de un libro agradable, ameno y bien escrito con el que para pasar un buen (y largo) rato. Lo recomiendo para todo el mundo.

Nota personal: 8

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