Sinopsis:
Con la sabiduría del meticuloso observador que es
y gracias a la seductora ceremonia del bien contar, Vargas Llosa nos induce sin
paliativos a dejarnos prender en la red sutil de perversidad que, poco a poco,
va enredando y ensombreciendo las extraordinarias armonía y felicidad que unen
en la plena satisfacción de sus deseos a la sensual doña Lucrecia, la
madrastra, a don Rigoberto, el padre, solitario practicante de rituales
higiénicos y fantaseador amante de su amada esposa, y al inquietante Fonchito,
el hijo, cuya angelical presencia y anhelante mirada parecen corromperlo todo.
La reflexión múltiple sobre la felicidad, sus oscuras motivaciones y los
paradójicos entresijos del poder putrefactor de la inocencia, que subyace en
cada una de sus páginas, sostiene una narración que cumple con las exigencias
del género sin por ello deslucir la rica filigrana poética de la escritura.
Crítica: Un libro "raro"
Me resulta difícil
definir este libro. Su lectura, pese a su brevedad, me resultó pesadísima, y sin
embargo reconozco que las descripciones de Vargas Llosa en esta obra son
magistrales: tirarse tres o cuatro páginas describiendo en todo detalle cómo el
protagonista se lava los dientes, se quita los pelos de la nariz o evacúa en el
váter, con todo lujo de detalles, jugueteando siempre con la hilaridad y al
límite de la sordidez pero sin caer nunca en lo chabacano, es algo que sólo
está al alcance de un genio de la literatura. Sólo por eso, merece la pena
leerlo. Pero por lo demás... en fin, pues eso, una curiosidad que al menos se
lee rápido.
Nota personal: ni idea
de qué ponerle…
Jajaja. No pensaba leerlo, y ahora menos. No me preguntes por qué, pero Vargas Llosa me atrae 0.
ResponderEliminarBesos!
:-)
ResponderEliminarA mí Vargas Llosa me gusta. No es que haya leído mucho suyo, creo que éste fue el tercero, pero los otros me gustaron bastante. Pero éste yo creo que se lo tomó en plan diversión personal :-)