Tras más de 20
años alejado de este escritor, mi reencuentro con Stephen King fue tan
satisfactorio que he decidido ir catando algunos de sus principales libros poco
a poco. Éste está considerado uno de los mejores por buena parte de sus fans, y
la verdad es que no me ha decepcionado.
Sinopsis:
Paul Sheldon es un escritor que sufre un grave
accidente y recobra el conocimiento en una apartada casa en la que vive una
sospechosa mujer, corpulenta y de extraño carácter. Se trata de una antigua
enfermera, involucrada en varias muertes misteriosas ocurridas en diversos
hospitales. Fanática de un personaje de una serie de libros que él ha decidido
dejar de escribir, está dispuesta a hacer todo lo necesario para
"convencerlo" de que retome la escritura. Esta mujer es capaz de los
mayores horrores, y Paul, con las piernas rotas y entre terribles dolores,
tendrá que luchar por su vida. Un relato obsesivo y aterrador, que solo Stephen
King podía ofrecemos.
Crítica: Espléndido thriller con trasfondo
autobiográfico
Stephen King
está considerado como el arquetipo de los escritores de best-sellers en su peor
acepción: libros de lectura facilona que se escriben como quien hace
rosquillas, que se leen como quien se bebe una coca-cola de un trago, y que,
como ésta, no aportan más que un momento refrescante. Y, sin embargo, por lo
poco que llevo leído de este autor últimamente, creo que los libros de King
tienen siempre algo más. Su calidad está por encima de la media de esta
categoría por varias razones, pero principalmente porque suele otorgar a sus personajes
una profundidad muy superior a la habitual del género. En este libro en
concreto, King no sólo ha escrito una soberbia novela de intriga, sino que ha
vertido en su protagonista muchas de sus propias vivencias como escritor.
En realidad,
la estructura de la novela es simple: un escritor se ve de repente secuestrado
por una desequilibrada mental, sin ninguna posibilidad de escapar y totalmente
a su merced. En realidad, no es un tema nuevo, hay centenares de libros y
películas que siguen exactamente este mismo esquema, y la mayoría optan por lo
fácil: tensión, búsqueda de formas de escapar, jugueteos del sádico con su
víctima… y poco más, hasta llegar al desenlace.
En Misery hay
más… y menos. Menos tensión explícita, menos acción, y mucha más psicología.
Mucha tensión psicológica, mucho meternos en la cabeza del protagonista, y no
tanta acción “real” (aunque, cuando la hay, también es soberbia). Y, mezclado
entre todo ello, reflexiones del protagonista sobre el oficio de escritor.
Reflexiones en las que se ven con claridad los rasgos autobiográficos que
comentaba al principio.
King utiliza a
su protagonista para mostrar una parte de sí mismo. Es mi opinión, pero no creo
equivocarme. Aparecen detalles tanto introspectivos como más globales: el amor
del autor por su trabajo, el aislamiento del resto que supone sumergirse en la
obra, cómo ésta a veces parece tener vida propia más allá de lo que el autor
podía haber pensado inicialmente… también, detalles de las técnicas del oficio,
o de las relaciones del autor con el mundo editorial. Como King, el
protagonista escribe novelas comerciales y facilonas, muy alejadas de la “buena
literatura”, y es consciente de ello, de sus limitaciones como escritor, aunque
tenga un gran éxito de ventas. Y, al igual que King en su vida real, con el
éxito y la fama el protagonista ha caído en el alcoholismo y la drogadicción.
Son muchos detalles, algunos pequeños… pero sí, no creo equivocarme si digo que
hay mucho de autobiográfico en esta novela. Esto era algo que tenía bastante
claro mientras la iba leyendo, pero la última frase del libro, aunque pueda
tener diferentes interpretaciones, me lo confirmó sin ninguna duda: “Ahora ya
he contado mi historia”.
Por lo demás…
simplemente deciros que si buscáis un buen libro ligero, una lectura
refrescante de verano que no llegue a ofender a vuestras neuronas, un libro de
intriga bien resuelto y que no caiga en tópicos, o una lectura de
entretenimiento de cierta calidad…. no lo dudéis: Misery os atrapará. Aunque,
si sois sensibles, también os advierto que tiene un par de escenas un poco
duras…
P.D.: Estaba yo releyendo esta entrada meses después de haberla escrito (no me preguntéis por qué...), y creo que en esa última frase del libro, “Ahora ya he contado mi historia”, hace referencia a bastante más que a las evidentes notas autobiográficas. Porque quizás pueda tomarse todo el libro como una metáfora de su vida, donde la protagonista que lo tiene atrapado y que le va destrozando poco a poco no es otra que la droga. He hecho una pequeña comprobación, y, efectivamente, la fecha en que se publicó este libro (1987) se corresponde con su salida del hoyo de la adicción al alcohol y las drogas, en el que llevaba más de 10 años metido. Creo ahora que esa última frase del libro tiene mucho más fondo del que me pareció en un principio. Aunque sólo es mi opinión...
P.D.: Estaba yo releyendo esta entrada meses después de haberla escrito (no me preguntéis por qué...), y creo que en esa última frase del libro, “Ahora ya he contado mi historia”, hace referencia a bastante más que a las evidentes notas autobiográficas. Porque quizás pueda tomarse todo el libro como una metáfora de su vida, donde la protagonista que lo tiene atrapado y que le va destrozando poco a poco no es otra que la droga. He hecho una pequeña comprobación, y, efectivamente, la fecha en que se publicó este libro (1987) se corresponde con su salida del hoyo de la adicción al alcohol y las drogas, en el que llevaba más de 10 años metido. Creo ahora que esa última frase del libro tiene mucho más fondo del que me pareció en un principio. Aunque sólo es mi opinión...
NOTA: La imagen que acompaña a esta entrada es de un cartel de la película basada en el libro. La razón es que me parece mucho mejor que cualquiera de las portadas chorreantes de sangre con las que salió el libro a la venta en España, y que no se corresponden, desde mi punto de vista, con el contenido o el espíritu de la novela.
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