No soy ni mucho menos experto en el tema, pero en ocasiones basta con aplicar el sentido común, y eso es lo que hice en mi reciente entrada en defensa de la sanidad pública, al considerar absurdo cambiar un sistema que funciona bien y reconocido internacionalmente como eficaz y eficiente. Pues bien, hoy me ha alegrado ver que un gran experto en el tema prácticamente repite mis palabras de aquella entrada.
Se trata de Rafael Bengoa Rentería, actual asesor de Barack Obama en materia sanitaria, exconsejero de sanidad del Gobierno Vasco, y miembro de la Oragnización Mundial de la Salud durante 15 años, ocupando el puesto de director de Sistemas de Salud de dicha organización en 2006.
Os dejo un extracto significativo de una entrevista a este experto (la entrevista completa la podéis leer aquí), en el que repite prácticamente los mismos argumentos que usé en aquella entrada:
¿Prevé un colapso de la sanidad pública española si no se adoptan medidas de reforma?
No, porque el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha sido muy eficiente y muy eficaz. Tenemos una de las mayores longevidades del mundo, una mortalidad infantil envidiable, un sistema de salud que se mueve con un 8 % del producto interior bruto (PIB), sumando el sector público y el privado... Es un sistema eficaz donde los hubiera, igual o más que otros modelos europeos, que están en el 10 o el 12 % del PIB. La historia del SNS es la historia del mayor éxito de gestión pública en la historia española.
¿Qué opina de la reforma sanitaria que se va a aplicar en Madrid?
El debate público versus privado es, en parte, artificial. Simplemente pretende sacar mejores resultados de cada pieza fragmentada sobre el falso supuesto de que la gestión privada obtiene mejores resultados porque es más resolutiva. Este concepto es falso, tiene algo de mito. No es cierto que la gestión sanitaria privada sea mejor que la pública. Si fuera cierto, en España el gasto sanitario no estaría en un 8 % del PIB. Lo que se da en España es absolutamente espectacular, tanto en cantidad como en cantidad, con unos resultados muy buenos. Si está funcionando bien, lo que hay que hacer es reforzarlo. Y si una comunidad está convencida de que la gestión privada es mejor que la pública, que lo pruebe. Tenemos que alejarnos de un debate ideológico, que da más calor que luz, y probarlo en un sitio, y ver qué sale. Lo que no vale es hacer las cosas, no evaluar y luego generalizar. Hay gente que dice que ya se han evaluado diversos modelos privados en España, pero lo cierto es que no han sido un enorme revulsivo en los lugares en los que se han hecho. Entonces, ¿por qué copiarlos?
Como decía, es cuestión de simple sentido común. O de otros intereses...
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