Sinopsis:
Tooru Okada está en el paro. Ha dejado su trabajo
en un bufete de abogados y no parece tener prisa por buscar un nuevo trabajo.
Un día recibe la llamada de una mujer misteriosa que parece proponerle sexo
telefónico. Y a partir de ese momento su vida cambiará. Desaparecerá su gato y,
más tarde, su mujer. Aparecerán extraños personajes en su vida, algunos con
poderes mágicos, a veces en sueños particularmente realistas. Todo parece estar
relacionado con el-pájaro-que-da-cuerda, un pájaro que emite un sonido como de
dar cuerda al mundo, y que sólo unos pocos parecen oír.
Crítica: Pá mear y no echar gota (con perdón…)
Habéis visto la imagen
de la portada, ¿no? Bien, no podía haberse elegido mejor. Es la cara que se te
queda leyendo este libro.
Quien haya leído algo
suyo, ya lo sabe: Murakami es raro. Bueno, pero raro. Y de lo que llevo leído
suyo hasta ahora (sólo 3 libros), creo poder decir que éste es el más raro.
Me cuesta mucho
trabajo describir el libro. Su contenido es surrealista, onírico… Y, sin
embargo, como en todos los libros de Murakami, se lee con agilidad y tiene algo
que gusta. Te está colando los hechos más absurdos, saltando inconexamente de
acá para allá o introduciendo personajes surrealistas, y tú lo vas tragando
como si nada, aunque la cara se te vaya poniendo poco a poco como en la portada
del libro y te estés preguntando “¿de qué coño va esto?”.
Mientras leía este
libro, me he sentido como si viviera dentro de un cuadro de Dalí, como si me
hubiera introducido en un mundo onírico sin sentido, pero a la vez “real”. Y, pese
a todo, sigues leyendo…
Evidentemente, no es
un libro fácil… aunque tampoco difícil, porque Murakami siempre escribe con un
estilo sencillo y fluido que se lee con agilidad. Es, simplemente, muy raro; y
para colmo, es un libro muy largo (más de 900 páginas en papel). Desde luego,
no lo recomiendo si no se conoce previamente a Murakami: descubrir a este autor
a través de este libro debe ser todo un shock del que cueste recuperarse.
A mí, como ya me tenía
extrañamente cautivado, me sigue teniendo entre sus redes, y seguiré probando
otras obras suyas a ver si en alguna me entero de algo. Porque el caso es que
me gustan…
Nota personal: sinceramente... ni idea.
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