Sinopsis:
A lo largo de la novela se nos describe la vida
del emperador romano del siglo IV Juliano, que pasó a la posterioridad por
intentar acabar con la hegemonía que los cristianos tenían sobre todas las
cosas del Imperio, incluyendo la religiosa, proclamando la libertad de culto.
Pero la novela va más allá de lo simplemente biográfico para intentar dar una
visión de cómo era el mundo a finales del siglo IV, cuando Roma se encontraba
en decadencia hasta tal punto que los emperadores habían abandonado la ciudad
de Roma como Capital del Imperio y ejercían el poder de forma dual, uno en
Occidente (llamado César) y otro en Oriente (Augusto), estando el primero
supeditado al segundo, lo que generó continuos enfrentamientos entre ambos y un
mayor peligro de desintegración debido a una creciente debilidad frente a las
tribus y pueblos fronterizos del oeste y el Imperio Persa del Este.
Opinión personal: Una buena novela histórica
Ya sabéis que, aunque
me muevo por diferentes géneros, me gusta bastante tanto la novela histórica como
la historia de Roma. Así que a esta novela, reconocida como una de las grandes
del género, le tenía puesto el ojo hace tiempo.
Podría decirse que
este libro tiene grandes similitudes con la famosa obra de Robert Graves, “Yo, Claudio”. En ambos casos se trata de la biografía
novelada de un emperador romano, en ambos casos el texto está escrito en
primera persona, como si de una autobiografía se tratara, y en ambos casos la
rigurosidad del texto y del autor están ampliamente reconocidos. Las
diferencias vienen dadas principalmente por la época y los hechos narrados.
La figura de Juliano,
que personalmente desconocía, me ha resultado de lo más interesante, al haberse
tratado de un emperador muy “peculiar”, si lo comparamos con la amplia mayoría
de los que ejercieron el cargo a lo largo de los siglos. Nos encontramos aquí
con un personaje culto, ilustrado, casi un filósofo, que pasó buena parte de su
vida ajeno a las intrigas políticas y que, cuando de forma casi accidental
accedió al cargo, intentó ser un buen dirigente para su pueblo.
Lamentablemente, la jungla política no suele ser un lugar adecuado para este
tipo de personas; Juliano terminó asesinado por los afines a la Iglesia, que
veía amenazado el poder social y político que había conseguido en las últimas
décadas, frente a las políticas laicas y de libertad de culto impulsadas por
Juliano.
La novela me ha
resultado de interés no sólo por la interesante figura del emperador, sino por
el retrato de la época: estamos ya ante el inicio de la decadencia del imperio,
se intuye muy próxima ya la división entre imperio de Oriente e imperio de
Occidente, y el poder de la Iglesia dentro de Roma es cada vez mayor. Este
último aspecto me ha resultado también muy interesante, quizás porque es algo
que (tristemente) siempre me ha interesado mucho: cómo el avance del
cristianismo terminó con el esplendor cultural de la época antigua, cómo se
pasó del mundo helenístico (del que era heredera Roma) amante de la ciencia y
las artes, para progresar hacia la oscura Edad Media, siempre en nombre de una
religión oscura y opresiva, empeñada en aplastar todo lo que no fuera “su fé”.
También es interesante,
a nivel histórico, la recreación del nacimiento de la Iglesia moderna: las
luchas de poder entre las diferentes sectas cristianas (a menudo, luchas a
muerte), la definición (con sus discusiones internas también) de lo que debería
ser la religión católica (inventándola sobre la marcha, difuminando su origen
judío y añadiéndole elementos tomados de aquí y de allá). La verdad es que Gore
Vidal ha trabajado bien tanto a nivel de documentación como de redacción para
escribir este libro.
Por cierto, ya que
mencionamos al autor, un par de curiosidades: fue primo de Jimmy Carter y de Al
Gore, y el nombre con el que es conocido (Gore) no fue puesto por sus padres,
sino por él mismo, tomando para ello el apellido materno. En realidad, nació como
Eugene Luther Vidal, luego se añadió Gore como tercer nombre, y en la práctica
sería este último el único que usaría, pasando a llamarse Gore Vidal. Fue varias
veces candidato al Premio Nobel de Literatura.
En fin, para terminar:
Juliano el apóstata es una novela histórica rigurosa, bien documentada y bien
escrita, que nos permitirá descubrir a un emperador peculiar y un periodo
histórico interesante, el del hundimiento del Imperio Romano como preludio a la
llegada de la oscura Edad Media, y el nacimiento y ascenso de la Iglesia
Católica. Muy recomendable si os atrae cualquiera de estos temas.
Un hermoso libro, cuya lectura nos ilustra sobre el tan importante siglo IV. Felicito al autor.
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