Terminada Anna
Karenina me sentía “empachado de cultura” y decidí que mi siguiente lectura iba
a representar la vuelta a la “cultura popular” más pura, una zambullida en un
bestseller puro y duro, lectura rápida y ligera para desengrasar. Pero, la
verdad, me parece que no está uno ya para estos trotes…
Sinopsis:
La isla de Henders se separó del resto del mundo
hace cientos de millones de años, y desarrolló su propio ecosistema, de una
agresividad nunca vista. Si una de estas criaturas consiguiera salir de la
isla...seguramente destruiría todo el planeta. Henders es un intenso
bio-thriller de ciencia ficción en el que hay cabida para la aventura, el
peligro, la ciencia, la tecnología, el debate, la política, los intereses
económicos, la amistad y el amor. Una novela para poner a prueba nuestra idea
del mundo. ¿Qué haríamos si descubriéramos una especie, o varias, que puede ser
utilizada como arma de destrucción masiva? ¿O si existiera la posibilidad de
que nos barriera del planeta por superioridad de adaptación?
Opinión personal:
Lo malo de hacerse
viejo (aparte de dormir menos, tolerar peor el alcohol, estar hecho polvo al
día siguiente si trasnochas un poco, salirte arrugas, engordar en cuanto te
descuidas… joder, ¿hay algo bueno en hacerse viejo…?) es que ya está uno de
vuelta de todo, y ciertas historias es imposible disfrutarlas, aunque quieras.
Uno ha visto y leído demasiado, y cuando te topas con una película o un libro
que está siguiendo al pie de la letra el manual de “cómo hacer un bestseller”,
pues ya sabes lo que va a pasar, pierdes todo el interés, y hasta tienes la
sensación de estar perdiendo el tiempo.
Henders no es ni mejor
ni peor que otros centenares de novelas iguales. O de películas iguales.
Entretenida, vacía, y olvidable. Pretendidamente original pero sin originalidad
alguna. Más de lo mismo.
Seguramente a los 15
años, Henders me habría encantado. Me habría parecido vibrante, emocionante,
ágil, original… Lo malo es que yo la he leído después de haberme tragado muchas
otras decenas de “Henders”. Con otros títulos. Aparentemente con otros
argumentos (sólo aparentemente…). Pero con los mismos personajes planos
(calcaditos: el bueno, el malo, el listo, el guapo, el imbécil…) y el mismo
esquema para llegar al mismo final feliz tras haber superado emociones y
peligros sin cuento y una vez que los malos la hayan palmado, no sin antes
habérselas hecho pasar putas a los buenos (bueno, de estos también cae alguno
por el camino, para darle emoción). Tranquilos, que no es un spoiler, ¿es que
no habéis visto nunca una peli de catástrofes? Pues eso…
No digo más, porque no
hay más que decir. Ya sabéis lo que hay. Si acaso, sólo opinar que Warren Fay
ha intentado ser Michael Crichton y le ha imitado bastante bien… pero no sé, me
parece que, aunque Crichton habría escrito la misma novela, habría conseguido
ponerle algo más… no sé el qué… más “chispa”. Y una parte final menos
infantiloide. O a lo mejor es que cuando leía a Crichton yo era más joven…
Una sola recomendación
final: si tenéis curiosidad y no queréis perder el tiempo, quizás sea mejor que
esperéis a la película. Porque la habrá, seguro. Aunque yo me esperaría a verla
gratis en la tele para no lamentar los 8 euros perdidos…
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