¿Miles
de millones de dólares para intentar, sin éxito, alejar las drogas de la
frontera más porosa del mundo? ¿Una décima parte del presupuesto antidrogas
destinado a educación y tratamiento, nueve décimas partes de esos miles de
millones a su erradicación? No hay dinero suficiente para ahondar en las raíces
del problema de la droga. Más los miles de millones gastados en mantener
encarcelados a los traficantes, con celdas tan masificadas que hay que
adelantar la liberación de los asesinos. Sin olvidar que dos tercios de los
delitos «no relacionados con las drogas» de Estados Unidos son cometidos por
gente colocada con droga o alcohol. Y nuestras soluciones son las mismas
no-soluciones inútiles de siempre: construir más cárceles, contratar más
policías, gastar más y más miles de millones de dólares en no curar los
síntomas, al tiempo que hacemos caso omiso de la enfermedad. La mayoría de la
gente de mi profesión que quiere dejar las drogas no puede permitirse los
programas de tratamiento, a menos que tenga una mutua privada, de la que carece
la mayoría. Y hay una lista de espera de entre seis meses y dos años para conseguir
una cama en un programa de tratamiento subvencionado. Estamos gastando casi dos
mil millones de dólares envenenando cosechas de cocaína y, de paso, a los niños
de aquí, mientras que en casa no hay dinero para ayudar a alguien que quiere
dejar las drogas. Es una locura.
El poder del perro – Don Winslow
No hay comentarios:
Publicar un comentario