Para escribir
un buen libro, no basta una buena historia. Un buen escritor puede hacer un
buen libro con una base prácticamente inexistente… pero sin talento, la mejor
historia se queda en nada. Es como contar un chiste: todos sabemos que aquel
chiste con el que nos reímos hasta llorar no levanta ni una sonrisa cuando lo
contamos nosotros; y viceversa, el peor chiste del mundo puede divertirnos si
quien lo cuenta es hábil haciéndolo. La literatura tiene mucho parecido con esto.
Y este libro es una buena muestra… para mal.
Sinpsis:
Escapando del saqueo de Roma en 1527, mientras en
sus estómagos se agitan las joyas que han conseguido esconder, la cortesana
Fiammetta y su compañero Bucino se dirigen a Venecia, una de las ciudades más
importantes del mundo en el momento más poderoso de su historia. Juntos
constituyen la perfecta sociedad: un enano de agudo ingenio y su astuta y
hermosa ama, adiestrada desde la cuna para seducir y satisfacer a los hombres.
En la ciudad de la belleza, la lujuria y el
exceso, la seducción es el arte de la supervivencia. Pero cuando la
supervivencia se convierte de nuevo en fortuna, la alianza de esta insólita
pareja se ve amenazada.
Sarah Dunant relata la edad dorada de las
cortesanas, y revela las armas secretas mediante las que la infalible Fiammetta
cautiva a toda una sociedad, hasta poner la ciudad de los canales a sus pies.
La cortesana es una novela deliciosamente escrita
sobre los pecados del placer y los placeres del pecado. Elogiada por la
crítica, ha sido elevada a las listas de los libros más vendidos por los
lectores de los veintiséis países en que está siendo publicada. Un fascinante
relato sobre el deseo, la traición, la religión y la avaricia fantásticamente
ambientado, una lectura que airea los secretos de un tiempo memorable.
Reseña: Una buena historia bien documentada, pero
que no deja huella
No deja
huella, e incluso por momentos aburre. Estuve tentado de abandonarlo al poco de
empezarlo, y posiblemente lo hubiera hecho si su limitada extensión no me
hubiera animado a seguir adelante (no había tanto que perder como con un libro
largo). También mi amor por Venecia, una ciudad que he me encanta y que conozco
aceptablemente (un total de 9 días pasados allí en tres visitas; y espero que
haya más) animaba algo la lectura. Porque la buena ambientación y las buenas
descripciones de la ciudad y las costumbres de la época, son lo más destacable
del libro.
El caso es que
la historia podría ser buena. En manos de un escritor más hábil, y combinado
con esa buena documentación que se nota en el texto (algo que sin duda hay que
valorar a su autora, no todos son tan rigurosos, ni mucho menos), podría
haberse convertido en una novela estupenda y hasta apasionante. Pero le falta
chispa. Le falta interés, le falta amenidad, le falta… no sé, ese algo que hace
que te guste un libro. No puedo decir que esté mal escrito, no lo está; pero es
anodino. No engancha. Aburre. Sólo en su última parte, a partir de las tres cuartas
partes de texto, empecé a sentir un pequeño interés por lo que iba a pasar.
Demasiado tarde.
Si os interesa
la ciudad y/o la época, o si sois capaces de recrear mentalmente la Squola
Grande di San Marco, la iglesia y campo de San Giovanni y Paolo, Santa María
dei Miracoli, la Ca d’Oro, San Michele, el Arsenal o el casi desconocido gueto
judío de Venecia, entonces quizás podría recomendaros este libro, porque algo
disfrutaréis con él, aunque sólo sea por identificar los lugares de la
historia. Pero para quien el conocimiento de la ciudad se limite a los otros
lugares más conocidos que también aparecen en el texto (puente de Rialto, Gran
Canal, Piazza San Marco y Palacio Ducal, con las columnas de la justicia), sin
tener tampoco un interés especial en el ambiente social de la época, me temo
que este libro va a tener un interés escaso. Ya digo que yo, aunque me
encontraba entre los primeros (como amante de la ciudad, más que de la época en
sí), lo he aguantado por los pelos…
Nota
personal: 5 peladito como novela, aunque valorando muy positivamente su buena
ambientación y documentación.
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